Noticias El Periódico Tarija

Un 4 de julio más, un aniversario más de la fundación la ciudad de Tarija, un rinconcito de tierra bendita por Dios. Es que existe un magnetismo especial, algo que atrae y que hace que quien viene quiera volver o tal vez quedarse para siempre, es el aire, son sus rosas, sus calles, sus casonas viejas, su gente amable y risueña, bromista y guitarrera por excelencia.

Pero… de esa villa fundada por Don Luis de Fuentes poco queda, no porque la modernidad y el desarrollo se hayan impuesto, por el contrario, la falta de visión de muchas de sus autoridades la han sumido en uno de sus momentos más complejos, una urbe de crecimiento desenfrenado, con índices elevados de migración, con carencias muy serias en cuanto a servicios básicos fundamentales, con sus ríos y quebradas contaminados al punto de comprometer la salud humana, con épocas al año en las que muchos barrios reciben agua potable sólo unas cuantas horas al día, con noches oscuras por el pésimo y caro servicio eléctrico con el que contamos… con nuestras aguas servidas desechadas en los principales afluentes, con un deficiente tratamiento de desechos sólidos, basura que se entierra y enferma a la gente, con un río que se muere por culpa nuestra. Una ciudad con registros crecientes de inseguridad, con porcentajes preocupantes de consumo de alcohol en su juventud, con la droga rondando cada vez más cerca, riesgosamente cerca.

Podríamos sólo escribir sobre las bondades de nuestra Tarija pero es tiempo de despertar, de abrir los ojos, de sentir en carne propia esta realidad que dejó en blanco y negro hace tiempo ese hermoso cuadro lleno de colores con el que identificábamos a este terruño que tanto amamos. Si nosotros no despertamos y actuamos, ¿quién más lo hará?, ¿ quien vendrá a sacarnos de este sopor en el que estamos sumidos?, ¿cómo podremos ponernos de pie y revertir esta suerte de pandemia de apatía que nos domina?. Es tiempo de levantarnos y actuar, poner soluciones estructurales a nuestras carencias, de devolverle a esta ciudad ese toque celestial con el que nació, para eso requiere de hijos comprometidos con ella, de amor sincero, profundo y desinteresado.

Felicidades tierra linda y querida, nuestro mejor regalo debería ser nuestra entrega total forjando mejores días para todos.