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El presidente francés Emmanuel Macron llegó este domingo a Bamako para examinar junto a sus homólogos de cinco países africanos (Mauritania, Mali, Burkina Faso, Níger y Chad) las modalidades y el financiamiento de una fuerza destinada a combatir la expansión de yihadismo en África.

El objetivo de esta fuerza, operacional antes de fin de año, será oponer un frente común a los ataques yihadistas en Mali y su extensión a países vecinos del Sahel, persiguiendo a sus autores en esa región africana situada al sur del Sáhara.

El presidente maliense Ibrahim Bubacar Keita recibió a sus pares Idriss Déby Itno (Chad) Mohamed Uuld Abdelaziz (Mauritania), Roch Marc Christian Kaboré (Burkina Faso) y Mahamadu Issufu (Níger). El francés Emmanuel Macron llegó a la capital maliense la madrugada del domingo para reunirse el mismo día con los presidentes del grupo regional conocido como G5 Sahel.

La fuerza, que se desplegará inicialmente en los confines de Mali, Burkina Faso y Níger, se sumará a la operación francesa Barkhane que combate a  los yihadistas en el Sahel y a la Misión de la ONU en Mali (Minusma).

La idea de una fuerza regional respaldada por Francia ya había sido abordada en una cumbre anterior realizada en Bamako el 6 de febrero.

Comenzará a funcionar con unos 5.000 hombres suministrados por los cinco países africanos, que se proponen duplicar luego sus efectivos.

La cumbre apunta a definir las modalidades específica. Según la presidencia francesa, París aportaría sobre todo respaldo en equipamiento militar.

«El comando de esta fuerza estará basado en el centro de Mali, en Sevaré», indicó el general Didier Dacko, ex jefe del Estado mayor de las Fuerzas Armadas de Mali, designado en junio para dirigir la futura fuerza del G5.

La Unión Europea prometió 50 millones de euros, pero una fuerza de esta envergadura requiere por lo menos 400 millones, según los expertos. El presupuesto ascendería a unos 500 millones de euros, indicó a la AFP una fuente de la delegación mauritana.

Confrontada a un importante déficit fiscal, Francia intenta recortar presupuesto y espera apoyo de otros países de la UE, argumentando que su despliegue militar en el Sahel protege a toda Europa.

Cuenta especialmente con Alemania, Holanda y Bélgica y espera además un respaldo «concreto» de Estados Unidos, presente militarmente a través de drones con base en Níger, indicó el palacio del Elíseo.

Las expectativas de los cinco mandatarios africanos también son elevadas.