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Bruce Lee. Solo el nombre basta para identificar a una leyenda de las artes marciales siempre vigente en la memoria del público. Sus capacidades, destreza y personalidad fueron tan magníficas que contagió y extendió el auge de la disciplina por todo occidente y exportó el talento a otras ramas, llegando a incursionar en el cine, la filosofía y la literatura. Generó una devoción en aficionados de todo el mundo. Todo lo conseguido, parece, será imposible de nivelar.

La magia del recordado artista marcial se fue tempranamente en 1973, cuando apenas tenía 32 años. Desde entonces han aparecido varios «descendientes», catalogados bajo el mote de nuevos herederos. Tarea difícil ser igual de innovador, pensador, carismático, perspicaz y habilidoso. El último se llama Ryusei Imai. Radicado en Japón, es solo un niño de siete años que por el fanatismo entrena arduamente, demostrando una enorme disciplina, para poder ser como su ídolo.

Hace dos años Ryusei comenzó a adquirir popularidad luego de que su padre compartiese en YouTube un video en el que se lo ve imitando a la perfección la secuencia de movimientos -maniobrando un nunchaku- del famoso actor en la célebre película Game of Death. La publicación despertó el interés de la gente y se viralizó rápidamente. El alcance fue supremo: actualmente aquel corto cuenta con casi once millones visitas.

Comenzó a entrenarse e imitarlo a los cuatro años (@ryusei2010)

Comenzó a entrenarse e imitarlo a los cuatro años (@ryusei2010)

El impactante talento que ostenta lo llevó a aparecer en programas de la televisión japonesa y, también en alguna ocasión en la pantalla chica de Corea del Sur. Pero la masividad de aficionados la logró en la web. Hoy es toda una sensación en la redes sociales. Aunque su preferida es Facebook (tiene casi 280 mil seguidores), en Instagram tiene más de 37 mil seguidores, cifra similar que ostenta en YouTube, con 33 mil suscriptores.

El pequeño mira los filmes de Bruce Lee desde que tenía un año. E inició su travesía en las artes marciales a los cuatro. En las publicaciones de los distintos canales sociales muestra fragmentos en los que practica golpes al aire o ante un colchón sostenido por alguno de sus padres, manteniendo el intenso ritmo durante varios minutos. Patadas y lanzamientos de puños con una velocidad, coordinación y disciplina para adoptar cada posición que resulta admirable.

En las redes comparte sus destacadas destrezas (Facebook/Ryuji Imai)

En las redes comparte sus destacadas destrezas (Facebook/Ryuji Imai)

Corriendo, subiendo largos tramos de escaleras, haciendo flexiones con una sola mano, practicando abdominales con pesas, ejercitando el equilibrio caminando con los brazos o sosteniendo el cuerpo con solo dos dedos, demuestra una capacidad y resistencia asombrosa. Las sesiones de entrenamiento suelen complementarse además con combates ante su padre. La extenuante rutina explica la sorprendente musculatura que desarrolló a su corta edad. Tiene una condición física inusual para alguien tan joven. Es todo un ejemplo inspirador del fitness.

La capacidad atlética y los dotes singulares lo asemejan a su gran maestro. Es acaso el más ferviente admirador de Bruce Lee. Y los padres cuentan que sueña más allá: quiere ser la reencarnación. El objetivo de equiparar las virtudes, tan ambicioso como valedero, le deparará un largo y exigente camino por recorrer. Un camino que ya levantó reparos y dudas sobre los deseos del menor y el debate acerca de si es adecuado tamaña demanda para alguien en prematuro desarrollo. Por caso, ahora está en reposo. Se lesionó la pierna, pasó por el quirófano y está en plena reahabilitación.