Julio Enrique Pizarro Hoffman
El sistema de salud del departamento de Tarija, no es una excepción a la situación general nacional, ya que obedece a un solo sistema claramente implementado desde el ente rector nacional como es el ministerio de salud y deportes del Estado.
Las condiciones eco-ambientales del departamento como el clima, el lenguaje, el alfabetismo, las vías internas de comunicación, la energía, el agua potable, se encuentran en gran proporción en los hogares del departamento. Y estas condiciones hacen que estas puedan sucederse de manera más favorable para la población la situación de la salud, verificadas en los indicadores sociales.
Por otra parte las tasas de mortalidad general y las más preocupantes como la materna, neonatal e infantil se encuentran en ventajas cualitativas, es la segunda población menos pobre del país, con ingreso per cápita superior a la media nacional. Reflejando por supuesto una mejor calidad de vida.
Los cambios estructurales que se vienen dando en un proceso, y que no pueden ser implementadas en su real dimensión por el manejo político y discrecional, alejado de lo técnico, afecta fundamentalmente a quienes son los consumidores de los servicios públicos, aumentando significativamente el riesgo de enfermar y morir con más frecuencia. Los recortes del gasto público en la salud y la indiferencia o la falta del cumplimiento de sus deberes del Estado nacional o departamental y municipal, de garantizar los derechos constitucionales y el Estatuto Autonómico, generan problemas estructurales en la atención-prestación de la salud a la población, incrementando la desigualdad, la exclusión y lo que es peor el debilitamiento institucional del sector salud.
Acompaña a este cortejo la depresión salarial del sector, el incremento del desempleo, la feminización de la pobreza, contribuye a la conformación de bolsones de población con perfiles epidemiológicos diferenciados. Identificados como las enfermedades de la pobreza, tuberculosis, chagas, diarreas e infecciones agudas que acarrean rápidamente a la muerte. Y las enfermedades emergentes de la transición epidemiológica,
La crisis económica producto de la década perdida, por la gran cantidad de ingresos mal gastados y mal invertidos, es todavía un asunto que debe ser investigado, perjudicando enormemente a la salud de la población, los recortes al sistema, la mala utilización de los recursos asignados para el SUSAT, hacen un eminente perjuicio y atentado a la salud.
Los servicios públicos de salud como un sistema que articula niveles crecientes de complejidad, se debate en una crítica situación, al no poder superar la improvisación de su estructura física, administrativa y funcional, la falta de recursos humanos, son los pilares que llevan a una deficiente o mala prestación en los servicios de salud. Si bien en las provincias funciona los hospitales de segundo nivel, no así en la ciudad capital, producto de esta falencia, el tercer nivel esta atorado y estrangulado por la sobre demanda y se hace patente la falta de personal médico de enfermería, paramédicos y otros, para una atención pronta y resolución de calidad en todos los servicios hospitalarios. La telemedicina no ha hecho sino distorsionar la atención y la resolución pronta de la demanda de la patología prevalente regional. Ocurriendo que la principal causa de internación en el hospital de tercer nivel, sea la atención del parto eutócico (normal) con un 28.3% (año 2015 FUENTE: Oficina de Estadística Hospital Regional San Juan de Dios «Tarija»)
Las enfermedades trasmitidas por vectores no fueron priorizados, se constituyen en una amenaza que puede decididamente influir en la capacidad de la fuerza de trabajo. La enfermedad de Chagas, la tuberculosis, la desnutrición Calórico-Proteica, las enfermedades de Transmisión Sexual y el SIDA. Y otras que hacen su aparición en territorios circunscriptos que acarrean a los vecinos riesgos de vida. Como la chicungunia, el sika, las fiebres hemorrágicas, hacen un territorio de alto riesgo, siendo por lo tanto necesario y urgente, que los servicios de salud puedan dar una respuesta de resolución, con equidad y acceso universal, en el primer nivel de atención y el segundo nivel en los hospitales correspondientes provinciales a excepción de la ciudad capital, que no tiene estos importantes y necesarios hospitales, atragantando seriamente al del tercer nivel.
Las enfermedades de la transición epidemiológica como la diabetes, el síndrome endocrino, el virus del papiloma humano el cáncer de cuello de la matriz o de mama, las leucemias y otras, hacen de la población territorial de la salud, estén en alto riesgo de enfermar y de morir. Por el descuido y falta de la atención primaria de salud. El SAFSI no puede resolver sus propios objetivos por su alta politización ideológica.
Complica el comportamiento del sistema Regionalizado de Salud con las disposiciones legales, al concederle nuevas atribuciones y competencias a los Municipios, sin recursos y con la alta responsabilidad del sistema del primer nivel y el segundo nivel de atención médica. Que no hay hasta el día de hoy en la ciudad capital.
Por otra parte se encuentra la más reciente la conformación de los gobiernos departamentales, fruto de las autonomías departamentales y más reciente aun, la autonomía regional del Gran Chaco, dejando al sistema de salud en un territorio que pertenece a todos y a nadie.