Las kermeses de fines de semana, tan arraigadas en la sociedad tarijeña han servido para captar recursos a favor de causas benéficas, siendo una buena alternativa para apoyar a personas que lo necesitan. Sin embargo, estos eventos que tienen buenos fines, son generalmente usados como pretextos para vender y consumir bebidas alcohólicas de forma excesiva, destruyendo el encuentro afectivo por el cual se convoca.