Noticias El Periódico Tarija

Muchas tradiciones por cuestión de conciencia han quedado atrás, la noche de San Juan no es la misma de antes… pero velando por nuestro medio ambiente debemos hacerlo, debemos dejar de quemar, dejar atrás las fogatas, los juegos saltando sobre el fuego, cocinando algo en las llamas, seguro que para quienes tuvimos la suerte de vivir aquella experiencia plenamente, las restricciones actuales dejan cierta melancolía y casi se confirma aquello de que todo tiempo pasado fue mejor.

De hecho no es que haber pasado una vida haciendo fogatas una noche al año haya ocasionado la crisis ecológica actual, son muchos otros factores y más graves aún, muchos que tienen que ver hasta con decisiones políticas que no se fueron tomando en su momento y de manera contundente, pero llegamos a un punto en que aunque sea quemar ramas, troncos, trastos viejos, aunque sea durante unas horas de una noche como la de San Juan, tiene su grado de afectación en el bien colectivo. Es que si multiplicamos nuestra acción por la de cada ciudadano notaremos que el efecto es mayor, el impacto es más duro y las consecuencias nos afectan más.

Más allá de la nostalgia, más allá del recuerdo lindo de changos, debemos asumir que de nosotros depende inculcar a nuestros hijos nuevos valores aunque los alejen de hermosas vivencias que permitía el pasado. Los dueños del mundo son ellos y deben aprender a cuidarlo, nosotros no lo hicimos pero no con la intención de dañarlo sino porque simplemente lo raro más bien era no hacer fogata en la noche más fría del año. Cuidemos nuestro medio ambiente, protejamos Tarija que ya muy vapuleada y golpeada se encuentra por ese no importismo frente realidades que son más graves aún que las fogatas de San Juan y que incluso comprometen la salud de la gente.