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Redacción Central/Bolinfo/Tarija

(elPeriódico-Junio 19/2017) Sin licencia ambiental, sin el apoyo de los vecinos, ni siquiera con el aval técnico, así fue adjudicada la construcción de una micro planta de tratamiento en el barrio San Jorge II, cuya consolidación puede tener un resultado similar a las lagunas de oxidación de San Luis, según explicó el director de Ingenierías y Ciencias Exactas de la Universidad Católica Boliviana (UCB) de Tarija, Jaime Villena Morales.

“Como no tiene suficiente espacio van a tener el mismo problema que San Luis,  generará olores”, refirió Villena al detallar que una planta de este tipo requiere por lo menos una milla de distancia, estando alejada de viviendas o construcciones, situación que no ocurre en San Jorge II.

El equipo de prensa de elPeriódico visitó el área donde la Alcaldía pretende ejecutar la micro planta de tratamiento, misma que limita con una casa que está contigua al lugar en el que emplacen la construcción.

La propietaria de la vivienda se niega a la construcción de esta planta, al igual que la mayoría de los vecinos de la zona que se declararon en emergencia.

El secretario municipal de Medio Ambiente, Álvaro Orozco Herbas, destacó la utilización del sistema anaeróbico para esta planta de San Jorge, siendo uno de los mejores.

En términos generales, los sistemas de tratamiento de aguas residuales se pueden distinguir en dos tipos: los  que emplean procesos fisicoquímicos y los que se sustentan en procesos biológicos.

Los procesos biológicos se distinguen a su vez en  aeróbicos y procesos anaeróbicos, dependiendo de si requieren para su operación del suministro de aire o no.

Estos sistemas permiten que la misma naturaleza haga el proceso de descomposición, siendo efectivos y utilizados en los países con mayor tecnología como Estados Unidos.

Villena dice que este sistema es bueno, pero es importante que  el lugar esté despejado para obtener los resultados esperados, situación que no ocurre en San Luis, saliendo a la luz el desagradable efecto.

Uno de los lugares donde fue implementada una planta de este tipo con buenos resultados es en  Canasmoro, en la provincia Méndez, cuya micro planta de tratamiento está funcionando de forma positiva, sirviendo sus aguas para el riego.

La micro planta de tratamiento de Canasmoro fue construida por la misma empresa adjudicada para el proyecto del barrio San Jorge II, la ONG “Aguatuya”.

La diferencia es que en la zona de San Jorge II,  hay construcciones alrededor de donde quieren ejecutar el proyecto. “Para eso se necesita mucho espacio”, recalcó el ingeniero Villena.

Una de las situaciones que está perturbando a los vecinos de la zona es la falta de tratamiento de las aguas residuales de los nuevos centros municipales levantados en todos los alrededores, como la nueva terminal de buses de El Portillo y el mercado de Abasto.

elPeriódico pudo evidenciar que los desechos son botados a las quebradas ubicadas al borde de este barrio, siendo una de las razones por las que el ejecutivo municipal busca emplazar en ese sitio una micro planta.

Los olores nauseabundos se sienten más fuertes al acercarse al lugar donde  quieren ejecutar la micro planta.

Licencia ambiental

El costo de este proyecto sobrepasa los Bs 7 millones, sin tener la licencia ambiental, que según el secretario municipal de Medio Ambiente, Álvaro Orozco Herbas, “está en trámite”.

Incluso, no tiene ni el aval del Concejo Municipal que desconoce con precisión los proyectos de las micro plantas.

“Sabemos que existen los proyectos, pero no hay los recursos para su financiamiento”, dijo el presidente del Concejo, Alfonso Lema Grosz, quien aseguró que pedirá un informe al ejecutivo.

Pese a estas observaciones, el presidente del Concejo reconoció que el problema de las aguas residuales debe solucionarse en la prontitud, avalando en parte el accionar del ejecutivo.

“La Ley 1333 establece con absoluta claridad que ninguna actividad, obra o proyecto puede iniciarse si no cuenta con licencia ambiental”, recordó al referirse al tema, el ingeniero Alberto Benítez Reynoso, quien es coordinador del Programa de Doctorado en Ciencias de la Universidad Autónoma Juan Misael Saracho (UAJMS).

Benítez se refiere específicamente a la Ley nacional de Medio Ambiente,  recordando de las sanciones existentes si la Alcaldía procede de esta manera.

“Si se inicia el proyecto sin licencia ambiental, hay una multa y la obligación de elaborar un manifiesto”, acotó Benítez.

Pero no sólo es una normativa nacional que se estaría incumpliendo, también está la Ley 033 del año 2014 de carácter municipal, aprobada y firmada por el entonces presidente del Concejo, Rodrigo Paz Pereira, en la que  establece que todo contrato igual o superior a los Bs 5 millones debe tener la autorización del Concejo.

El proyecto de las micro plantas que es desconocido por el Concejo tiene un costo de Bs 11 millones, sólo el de San Jorge, que incluso ya tendría una empresa adjudicada, está con un costo de Bs 7 millones,  por encima de lo establecido en la norma municipal, firmada por quien ahora funge de alcalde.

Con la adjudicación de la empresa y la construcción de esta micro planta como pudo constatar elPeriódico en su visita a la zona, también se incumple la normativa municipal.

En el lugar, pudo evidenciarse que empezaron con la excavación de los terrenos.

Visita

Descuidado. Así se encuentra el barrio San Jorge II donde la Alcaldía pretende construir una micro planta de tratamiento. Las quebradas aledañas están contaminadas por aguas residuales que llegan desde la terminal de buses de El Portillo como de los mercados de la zona.

Terrenos sin cercas y tierra son las características del lugar, que también se ha convertido en un botadero de basura.

Estudio

La Universidad Católica Boliviana de Tarija a pedido del Comité Impulsor de la Planta de Tratamiento, asesoró sobre esta temática, haciendo una serie de reuniones, análisis y estudios.

El exrector de la UCB-Tarija, Enrique Farfán Torres, en contacto telefónico con elPeriódico recordó que los académicos aconsejaron tanto a la Gobernación como a la Alcaldía construir una sola planta de tratamiento en la zona de La Ventolera, en el municipio de Uriondo, porque de esta forma se economizan recursos, pero especialmente, se favorece al medio ambiente.

La construcción de las micro plantas como pretende la Alcaldía puede generar un gasto innecesario, pues con la macro planta,  solucionan todos los problemas de aguas residuales de la ciudad.

“¿Qué es lo que pretende la Alcaldía con esas plantas?”,  preguntó Farfán sobre el proyecto municipal. Si bien el secretario de Medio Ambiente informó que el costo de las siete micro plantas de tratamiento es de Bs 11 millones, el ingeniero recordó que ese monto es sólo de la construcción, pero debe existir otro presupuesto para el funcionamiento como el mantenimiento, que ascendería a otros Bs 11 millones.

¿De dónde van a sacar esos recursos? El especialista explicó que el problema de San Luis fue precisamente por una falta de gestión en la administración de las lagunas de oxidación, lo que generó su deterioro.

La Alcaldía no informó cómo administraría estas micro plantas, ni qué tipo de personal estaría a cargo de las mismas.

Desde la Cooperativa de Servicios de Agua y Alcantarillado (Cosaalt) que está cargo del manejo de las aguas en la ciudad de Tarija, existe total desconocimiento sobre el proyecto de las micro plantas.

El ingeniero Villena agregó que para la administración de este tipo de plantas, deben construirse también laboratorios técnicos.

“La Alcaldía está haciendo consultoría con la plata de los tarijeños”, afirmó Farfán al aseverar que el proyecto de las micro plantas debe ser público. En ese mismo sentido, Villena refirió respecto a la ubicación de las otras micro plantas de que es “un misterio”, pese a que la Universidad Católica  como los colegios de profesionales pidieron información de las mismas.

Los profesionales sólo conocen de la existencia de los proyectos de las micro plantas en San Blas, San Jerónimo y San Jorge II, aunque no a detalle.

Según Farfán, quien se desempeña ahora como ingeniero en los Estados Unidos, la principal preocupación de la Alcaldía en el tema de agua debe ser la consolidación de los colectores en el río Guadalquivir, pues no son suficientes los que  tienen, según revela la auditoría de la Contraloría General del Estado.

Para las aguas residuales, lo más recomendable desde el punto de vista académico es coordinar con la Gobernación el proyecto de la macro planta, pero en un lugar donde no deba utilizarse el sistema de bombeo que incrementa notablemente los costos. (eP).

 

  • La construcción de las micro plantas tiene un costo de Bs 11 millones.

 

  • Todo proyecto por encima de los Bs 5 millones debe tener el aval del Concejo.