Redacción Central/Bolinfo/Tarija
(elPeriódico-Junio 18/2017) Es inaudito que una repartición tan importante como Derechos Reales, donde se encuentran registrados todos los bienes inmuebles del Departamento, preste tan mal servicio a quienes lo sostienen económicamente… los ciudadanos, los mismos propietarios de esos inmuebles. Es de no creer cuando nos toca realizar un trámite y «descubrimos» que en estas oficinas no hay ni fichas para establecer el orden de llegada y atención, especialmente si se debe recurrir a la ventanilla # 6, donde se solicitan folios reales, certificados de información rápida y otros documentos, necesarios para las transacciones de compra venta, procesos judiciales, etc.
Sucede que se ha convertido en regla que la gente tenga que hacer largas filas a la intemperie desde la madrugada, sin importar si hace frío o calor, si llueve o graniza, quien no toma esa previsión con seguridad no podrá obtener lo que necesita, además que deberá disponer de un día entero como mínimo para que ingrese su solicitud o para llegar a la ventanilla precisa. Sin filas y una prolongadísima espera no es posible hacer nada en Derechos Reales.
Como explicábamos, si ha tenido la suerte de llegar a una de las sillas que se encuentran instaladas frente a la Ventanilla # 6, tendrá que ir recorriendo a la siguiente y así sucesivamente hasta avanzar en ese orden improvisado en el que hay que preguntar quién está al final o «a quien le toca». La incomodidad es evidente pero lo que sí no se puede negar, es que estas sillas siempre están «calentitas», ya que las «posaderas» de quien está antes de uno se encargan de eso. Sin duda hay quienes ya no encuentran una silla vacía y tienen que estar de pie, donde y como puedan, hasta que alguien tenga la amabilidad de cederle su «silla caliente». Lo terrible es que la espera se hace eterna porque muchas veces no hay nadie que atienda a la gente, eso prolonga el tiempo y desespera a quienes más prisa tienen porque deben ir a trabajar o atender alguna urgencia familiar.
Es inadmisible que como ciudadanos y contribuyentes aceptemos un trato como este, una oficina ubicada en el subsuelo de un edificio, en el garaje para ser exactos, para colmo muchos de los que trabajan en esta repartición atienden como si estuvieran haciendo un favor. Es tiempo de poner orden en Derechos Reales, es tiempo de que se les enseñe sobre relaciones humanas y atención al cliente, es tiempo de modernizar los procedimientos, ya es tiempo de mostrar resultados de eficiencia y calidad.