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ANDRÉS TÓRREZ TÓRREZ

La Copa de las Confederaciones, un torneo que se disputará en Rusia desde este sábado hasta el 2 de julio, no se ha asentado como una competencia referencia en el calendario futbolístico y la FIFA estaría estudiando sustituirla por un Súper Mundial de Clubes, según prensa especializada.

Joachim Löw no sólo mostró su desinterés por el torneo con palabras, sino también con hechos: en la lista de 23 convocados sólo figuran tres futbolistas de los que ganaron el Mundial en Brasil 2014: Julian Draxler, Matthias Ginter y Shkodran Mustafi.

El mayor problema lo suelen poner los equipos europeos. Un jugador como el portugués Cristiano Ronaldo, que jugó (y ganó) la Eurocopa y participará en la Copa de las Confederaciones, podría llegar a tener que jugar más de 100 partidos en dos años, si se cuentan los encuentros con el Real Madrid y los que tiene que jugar con su selección para buscar la clasificación mundialista.

Los clubes europeos son siempre los que más se han quejado, al concentrar en sus plantillas la mayor parte de las estrellas que participan en estos torneos internacionales.

Prensa de todo el mundo ha publicado en las últimas semanas que la Asociación de Clubes Europeos (ECA) ha planteado a la FIFA organizar un Súper Mundial de Clubes en los años impares, para no coincidir con el Mundial ni con los campeonatos continentales de selecciones nacionales.

¿Hacia un Súper Mundial de Clubes?

El Súper Mundial de Clubes, en el que participarían 16 o 24 equipos de todas las confederaciones sustituiría no sólo a la Copa de las Confederaciones, sino también al Mundial de Clubes, otro torneo que no despierta gran interés, sobre todo en Europa.

Este Súper Mundial de Clubes se celebraría en junio de los años impares, para no coincidir con la Copa Mundial ni con la Eurocopa y en una sede rotatoria, siguiendo el modelo de la gran competición de selecciones.

La FIFA es consciente también de que un torneo que pueda reunir a Real Madrid, Boca Juniors, Flamengo, Bayern Múnich, Santos, Barcelona, River Plate, América o Chivas, por decir sólo algunos nombres de clubes, tendría mucho mayor interés para los aficionados y los patrocinadores serían mucho mayores.

Queda por saber si Sudamérica acabaría adaptándose, ya que habría que cambiar las fechas de la Copa América y, sobre todo, si las federaciones nacionales están dispuestas a perder una parte del pastel, aunque pequeña, que supone la Confederaciones.

El torneo que se disputará en Rusia repartirá 12 millones de dólares entre sus participantes y el ganador de la competencia se llevará 4,1 millones de premio.

Unas cifras, no obstante, que quedarían empequeñecidas por lo que podría generar el nuevo Mundial de Clubes, que podría ser aprobado por la FIFA antes de que acabe el año.

Si es así, Rusia podría pasar a la historia como la última sede de la Copa de las Confederaciones.