Noticias El Periódico Tarija

 

PABLO ZENTENO/e&e/BOLINFO

A tiempo de asegurar que este hecho es un nuevo atentado a la economía regional, la Gobernación del Departamento de Tarija alertó, en las pasadas horas, sobre una nueva entrega de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos, YPFB, a la Argentina, del denominado “Gas enriquecido”, pese al compromiso de no proceder de esta manera.

Según informa el Diario El Chaqueño, a través de su portal electrónico, la Gobernación del Departamento, a través del Director de Hidrocarburos, Erick Vásquez Maraz, rechazó el accionar de la estatal petrolera y el Gobierno Nacional, de que, por cumplir compromisos con la República Argentina, y ante la paralización de actividades de la Planta Separadora de Líquidos ubicada en El Algarrobal, se permitió el paso directo de componente rico, con el perjuicio que ello implica para el Departamento y el país en su conjunto.

“La Planta Separadora de Líquidos ubicada en Algarrobal, al norte de Yacuiba, paralizó sus actividades durante una semana, con el propósito de cumplir con el cupo de gas de exportación hacia Argentina. De esta manera, el vecino país recibió gas rico durante siete días, mientras que Bolivia se quedó durante ese tiempo sin separar los licuables, para extraer el Gas Licuado de Petróleo (GLP) y la gasolina, precisamente el propósito anunciado para la construcción y funcionamiento de la Planta Separadora de Líquidos, que requirió una inversión superior a los $U$ 600 millones”, destaca la publicación.

Vásquez Maraz, señaló que esta situación atenta de manera directa a la economía regional, del departamento y del país, tomando en cuenta que la Planta Separadora de Líquidos no cumple la función para la que fue construida. “Es una situación que preocupa al departamento de Tarija. Ahora la calidad del gas natural se valoriza por su poder calorífico, mientras mayor sea la cantidad de licuables se considera un gas rico”, sostuvo.

Lo dicho por la autoridad departamental, refuerza lo anticipado por expertos en hidrocarburos: que la Planta Separadora de Líquidos no trabaja al 100 por ciento de su capacidad y, como en el caso presente, prácticamente queda fuera de servicio por cumplir con los cupos de exportación, esto debido a la falta de una provisión permanente de gas natural, por el declive de varios campos petroleros, ubicados principalmente en el Gran Chaco.

Con anterioridad, Freddy Castrillo, secretario de Energía e Hidrocarburos de la Gobernación de Tarija, señaló que la Planta de Separación de Líquidos solo opera con el 30 por ciento de su capacidad, eso es algo menos de 13 millones de metros cúbicos de gas licuado por día. El complejo industrial fue proyectado por el Gobierno Nacional para procesar hasta 30 millones de metros cúbicos diarios.

“GAS ENRIQUECIDO”

En el mes de mayo, YPFB dejó de informar, en su página web, sobre los volúmenes de gas que diariamente enviaba a Argentina. El presidente de YPFB, Guillermo Achá, declaró que lo que importaba el grado calorífico más que los volúmenes; y el ministro de Hidrocarburos, Luis Alberto Sánchez, afirmó que Bolivia ha cumplido “energéticamente” con los envíos a Argentina.

Tras estas declaraciones, el experto en hidrocarburos Fracesco Zaratti observó que lo que YPFB hace es jugar con los términos técnicos y enviar “gas rico” en energía como forma de compensar la falta de volumen. Por su parte, Raúl Velázquez, de Fundación Jubileo, alertó que la medida de echar mano al “gas rico” pone en riesgo la producción GLP y derivados de gasolina, provocando un impasse económico para el país.

Tanto Zaratti como Velásquez reclamaron indicando que con la puesta en marcha de la planta separadora de líquidos de Gran Chaco ya debería enviarse un “gas empobrecido” a Argentina. Según notas de prensa de 2013 y 2014, el Gobierno se había comprometido a no enviar nunca más “gas rico” a Brasil ni a Argentina gracias a la puesta en marcha de las plantas separadoras de líquidos de Gran Chaco y Río Grande.

En enero de 2014, el entonces presidente de YPFB, Carlos Villegas, anunciaba que Bolivia dejaría de exportar “gas rico” a Argentina desde septiembre de ese año, fecha en que estaba prevista la apertura de Gran Chaco. En septiembre de 2013 se había hecho lo mismo con los envíos a Brasil.

La venta establecida en 2010 establece que Bolivia debe garantizar 8.900 kilocalorías por metro cúbico de gas enviado a Argentina (“gas rico”). Las multas se aplican sobre este parámetro y no sobre el volumen del gas, explicó Velázquez. Por ello, Argentina aún no aplicó sanciones.

“Ya cuando la diferencia es muy amplia entre el volumen enviado y el contractual (por ejemplo, deberíamos estar mandando 20 millones de metros cúbicos al día, y sólo se manda 16), ahí hay una diferencia muy grande que es muy poco probable que se esté compensando con un tema de energía”, precisó Velázquez.

Asimismo, el anexo D de la adenda establece un volumen mínimo para invierno de 20,3 millones de metros cúbicos por día. Por ello, Velázquez indica que el contrato debe cumplirse considerando tanto volumen como valor calórico pactado por contrato.

Raúl Velásquez y Francesco Zaratti, ambos coinciden en que el envío de “gas rico” perjudica la economía del país