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El Sumo Pontífice se reunió con un investigador uruguayo que desde hace más de 30 años estudia las propiedades del krill, uno de los pilares de la alimentación de Bergoglio. Qué esconde el pequeño crustáceo, catalogado como «la fuente más potente de Omega 3»
Mucho se ha hablado de la buena salud que goza el papa Francisco, quien a los 80 años ejerce uno de los cargos de mayor poder del mundo y lleva una agenda que a más de uno dejaría de cama.
Dueño de una genética favorable, el Sumo Pontífice nunca ocultó que se trataba con la medicina oriental -lo atiende hace años un médico chino- como así tampoco que consume desde hace tiempo lo que se conoce como «la fuente ideal y más potente de Omega 3»: aceite de krill.
Se sabe que los ácidos grasos Omega 3 son beneficiosos para la salud. Y también que el cuerpo humano no es capaz de producirlos, por lo que deben ser incorporados de forma externa.