El alcalde Rodrigo Paz dejó que un problema complejo se volviera casi inmanejable, desde el traslado a la nueva terminal de buses de la ciudad de Tarija se vio que el transporte interprovincial se mostraba reacio a moverse de la vieja infraestructura, protagonizó movilizaciones y el municipio creyó que con cercarla con unos cuantos turriles ya se había logrado que este sector desista. A pesar de las quejas sobre que en la nueva terminal no había puestos para las empresas, la reacción fue más que lenta pues casi como todos, se vive al día y no se podían dar el lujo de parar uno solo, más aún considerando la gran cantidad de personas que utiliza este servicio para trasladarse de un lugar a otro.
El perjuicio ya es grande y parece que será mayor ya que los bloqueos continuarán por lo anunciado, la pregunta es si otros sectores del transporte permitirán que se les impida trabajar, difícil predecir, hay que esperar y ver. Lo cierto es que la relación con la alcaldía se agudiza y la solución no parece cercana. Paz dice que no cederá y que a través de la policía se hará respetar las normas vigentes, el alcalde debe hacer respetar el principio de autoridad, sus errores e indecisiones no hacen que no veamos el bien común, que es lo que finalmente se debe preservar y debe prevalecer. Si se ha dispuesto que no se utilice más la vieja terminal así debe ser y no pueden haber posiciones o caprichos de nadie que se interpongan con el bien colectivo. Una cosa es la critica a la ambivalente gestión de Paz y otra el interés mayor de los vecinos.
Sin embargo, es obligación del municipio generar las condiciones óptimas para que este sector, así como los otros del transporte, goce de las mismas condiciones de trabajo y garantizar los espacios físicos adecuados para que se instalen en la nueva terminal a la brevedad posible ya que finalmente prestan un servicio público de gran necesidad. A pesar de las circunstancias, el alcalde debe apostar por el diálogo pero con firmeza y la dirigencia debe ser responsable en sus peticiones, porque no será a fuerza de presión e imposición que se consiga lo que no va con el desarrollo de nuestra ciudad.