Según lo informado, la Asamblea Legislativa Departamental de Tarija (ALDT) estará presidida por una dama, Sara Armella, mujer de origen campesino que tendrá en sus manos una altísima responsabilidad. Desde cuándo Aloida Vilte ocupó el mismo cargo, cuando la ALDT iniciaba su labor, hace más de 5 años, no se daba la oportunidad para que sea otra vez una mujer la que conduzca los destinos de este importante órgano departamental.
Sin duda el Movimiento al Socialismo (MAS) tiene los votos suficientes para garantizar que así suceda (16) y si se le suma los de la bancada indígena, no hay nada que discutir, es el juego democrático y debe ser respetado. Los retos hacia adelante son muy importantes ya que Tarija se encuentra en medio de una crisis económica sin precedentes aún con un presupuesto de más de dos mil millones de bolivianos, haciendo gestiones para prestarse mas dinero y en un momento de desentendimiento generalizado entre las autoridades. La coordinación entre la ALDT y la gobernación es fundamental cuando en medio tenemos una ley del 8% que tensó la relación entre ambos estamentos y otras normas que pretenden dejar de lado la dependencia que se tiene del ejecutivo en la asignación de recursos. También otro hecho que marcará definitivamente la agenda de este próximo periodo es el que se refiere a la autonomía regional del Chaco y todo lo que se supone, debería suceder, con voces que dicen que esta región no debe tener ya representantes departamentales así como esta pidiendo administrar sus propias empresas de servicios.
Si bien la mayoría democrática da estas ventajas también pone sobre los hombros responsabilidades que no se pueden evadir y que se deben asumir, por eso más que mirar la presidencia en manos de un partido político, el pleno de la asamblea deberá ser capaz de mirarse como un órgano en el que Tarija y sus intereses están representados. Cómo acompañe el resto de la directiva los pasos del nuevo presidente será también muy importante, ya que » una golondrina no hace verano» y algo que ha faltado especialmente a la numerosa bancada masista es solidez en las decisiones y coordinación con las otras fuerzas para evitar «cuellos de botella» que pueden estancar el tratamiento de temas fundamentales, la re definición y programación de una agenda legislativa es vital para ordenar, para organizar el trabajo y mostrar resultados tangibles a la población.