Noticias El Periódico Tarija

La atención en Derechos Reales es deplorable, basta decir que se atiende al público en el garaje  de un edificio, así es, es el estacionamiento en el subsuelo del edificio en el que se encuentra, al bajar ud va por las huellas que se dejan para los vehículos. Más allá del peculiar detalle que nos hizo notar un muy buen amigo abogado, se utilizan métodos arcaicos y retrógrados para establecer a quien se atiende primero, no hay siquiera fichas que organicen la atención, es a quien llega primero y hay que preguntar quien es el último de la fila para saber donde ubicarse. Es un verdadero vía crucis que tienen que soportar miles de personas que deben hacer un trámite asumiendo que cuando lo deban hacer directamente no tendrán que ir a trabajar, ese es un lujo que en Derechos Reales no nos podemos dar.

Si un usuario quiere hablar con el sub registrador tiene que pedir audiencia y sólo en ciertos días a la semana y a horas específicas, en otra palabras, es más fácil reunirse con el alcalde que con esta autoridad. Pensar que lo que la mayoría de los que van a derechos reales lo hacen para dejar dinero a esa institución, pagan por ese servicio y con ese dinero pagan el sueldo de los que allí trabajan, nadie quiere que le hagan un favor, por eso es un servicio pagado, quienes están trabajando ahí parece que no lo entienden.

Si ud quiere obtener un folio real, un certificado de información rápida, etc. tiene que acercarse a la ventanilla 6, la única habilitada para tal efecto y hacer una extraña fila sentado en sillas que se van desocupando y en esa medida cada uno va avanzando como le corresponde, es decir, los asientos están siempre calentitos, es la fila de la silla caliente. Son decenas o centenas de ciudadanos que intentan hacer esos trámites pero tienen la desgracia de que sólo se habilita una ventanilla, nada más, una barbaridad si de eficiencia y buen trato hablamos. ¿ No es irónico acaso que a esta institución no le interese generar mayores ingresos?, lo que no sucederá si siguen trabajando como hasta hoy, se supone que si atienden más personas al día, más trámites ingresan y más dinero también, ¿cómo podemos entender?. Lo cierto es que parece que no hay quien le ponga el cascabel al gato y mientras tanto seguimos sufriendo el maltrato y mala atención de una oficina que parece del siglo XV.