Noticias El Periódico Tarija

Antes de que se comenzara a elegir prefectos por voto popular, hubo quien decidió institucionalizar ciertos cargos públicos que generalmente habían sido manejados políticamente ya que cada institución significaba un espacio para ubicar a la militancia, además de la posibilidad de hacer interesantes negocios. Lo cierto es que cuando llegó Mario Cossio Cortez elegido por el pueblo y designado por el Presidente Evo Morales, ese proceso se vino abajo sin mayor explicación, entidades como Setar, el proyecto San Jacinto, el Servicio de Caminos, etc fueron descabezadas porque por más méritos que haya tenido cada uno de los directores o gerentes, no cuadraban en la forma de administrar de la nueva autoridad. A pesar del compromiso por respetar estos puestos y profundizar el proceso, se volvió para atrás y otra vez el «dedazo» selló el futuro de Tarija.

Desde ahí que hubo y hay gerentes y directores que responden sólo a la subjetividad del hoy Gobernador de turno, el resultado es que tenemos instituciones desportilladas y desprestigiadas, ya que no sólo la ineficiencia afectó a muchas sino también la corrupción. Lógico que podía suceder igual con los institucionalizados al mando pero la meritocracia marcaba la diferencia, gentes que se postulaban sanamente y no en función de un partido político con antecedentes que servían para evaluarlos y desligarlos de la dependencia de algún padrino que luego cobra por los favores hechos.

El Directorio de Setar anuncia que busca institucionalizar ciertos cargos y no nos parece mal, en una empresa con decenas de millones de bolivianos de pérdida, con un servicio malo, con graves sombras  en sus compras, con personal supernumerario y contando… hablar de eso no esta mal. Sólo que se debe tener cuidado en que estos procesos no se manipulen y tengamos anticipadamente los nombres de los que ganarán, dizque, con sus curriculums. La idea no es mala, sólo se debe cuidar que no se manche para así seguir confiando por lo menos en esto.