Catedral de Tarija. Ubicada a una cuadra de la Plaza de Armas Luis de Fuentes y Vargas, la Catedral de Tarija se impone en todo su esplendor, antecedida por una pintoresca calle adornada por faroles. Esta Catedral se encuentra en el centro histórico de Tarija, aunque no está en plena Plaza Principal como la mayoría de las Catedrales de Latinoamérica ya que esto tenía una razón de ser porque el poder político y religioso de la época de la Colonia se concentraban en un solo espacio, constituyéndose así el centro físico del poder. La Catedral de Tarija es Patrimonio Histórico y Cultural de la Nación mediante la Ley 2852 de 2004 de 27 de septiembre de 2004 en el gobierno de Carlos Meza Gisbert.
Construida por sacerdotes Jesuitas de la compañía de Jesús, que llegaron en 1690 a la villa de San Bernardo, y con el apoyo del Marques de Tojo don Juan José Fernández Campero y Herrera, se inició sua edificación en un terreno amplio donado por el mismo Marques. Al ser expulsados los Jesuitas de sus territorios de misión en 1767 por órdenes de la corona española, se hicieron cargo los sacerdotes Dominicos, luego los Franciscanos y en las últimas décadas los Diocesanos. La Catedral no fue la Iglesia Matriz Original, sino era la que estaba ubicada en la plaza principal, dedicada a la Inmaculada Concepción. Transcurrido el tiempo, este templo, ubicado en la Plaza Principal, donde hoy está el Comité Cívico de Tarija, se deterioró y fue demolido a mediados de 1800. Dado este penoso hecho para la historia patrimonial de Tarija, la hoy llamada Catedral pasó a ser la Iglesia Matriz de la ciudad, que hasta entonces era simplemente una parroquia dedicada a San Bernardo. En 1925, con motivo de la celebración del primer centenario de la República, Tarija fue elevada a Diócesis, por lo que la iglesia Matriz se eleva a rango de Catedral.
Catedral de Salta, Santuario del Señor y la Virgen del Milagro data de la segunda parte del siglo XIX reconstruida luego del terremoto de 1856. Situado en el centro de la ciudad de Salta, es un magnífico edificio religioso, ricamente decorado y notable en la región; fue declarado el 14 de junio de 1941, por Decreto 95687 del Poder Ejecutivo Nacional, como monumento histórico nacional. Los planos fueron diseñados por el arquitecto Felipe Bertrés. Tardó veinte años para su construcción y apertura de la nueva catedral, pero carecía de fachada y torres, incluyendo las campanas. Grandes artistas y arquitectos italianos, brasileros, bolivianos como Soldati y R.P. Luis Giorgi participaron en la ejecución del proyecto. El conjunto se completó en 1882. La Catedral es también sala de los héroes del ejército del Norte, héroes gauchos que tomaron parte victoriosa en las batallas por la independencia a comienzos del siglo XIX. En sus instalaciones reposan los restos de héroes gauchos Gral. Martín Miguel de Güemes, Gral. Antonio Álvarez de Arenales, Gral. Rudencindo Alvarado y de Doña Martina Silva de Gurruchaga, entre otros celebres protagonistas de la historia Argentina.
La Catedral de Jujuy se remonta al de la ciudad y en el curso de los siglos, fue protagonista de los acontecimientos más destacados en la historia del pueblo de Jujuy.La Catedral de Jujuy jdfsjkfdsDurante el prolongado período colonial la iglesia fue pieza fundamental en la organización institucional y social, ejerció una fuerte influencia por su papel de consejera, educadora y directora espiritual.
La Catedral de Jujuy atesora valiosas obras de arte barroco americano como la serie de la vida de la Virgen María (Encuentro de San Joaquín y Santa Ana en la Puerta Dorada, Nacimiento de la Virgen, La Anunciación, La Adoración de los reyes Magos, Pentecostés, Las Dormición de la Virgen, Las Exequias de María) de incalculable valor artístico y patrimonial. En su interior se levanta el Museo donde se resguardan valiosas piezas del Jujuy del antaño remontándose a siglos de historia, crecimiento y desarrollo del pueblo. Los orígenes de la Iglesia Matriz se remontan a los días de la fundación de la ciudad, pues en una improvisada enramada el Padre Juan Fonte, de la Compañía de Jesús, celebró el culto el 19 de abril de 1593. Pocos años después finalizaron las obras del primer templo, un modesto edificio de dos naves.
Por la precariedad de la construcción fue apuntalado y parcialmente reconstruido en 1659. Un terremoto a fines de siglo XVII lo redujo a ruinas, y las actividades religiosas se trasladaron a la Capilla de San Roque. Don Agustín de Leiza y de la Tijera, piadoso y acaudalado comerciante español, fue el gran benefactor de la Iglesia Matriz pues costeó los distintos trabajos de la reconstrucción que fueron concluidas en el año 1763. El Gobierno Nacional declaró a la Iglesia Matriz de Jujuy, por su gran valor histórico patrimonial, en 1931, primer Monumento Histórico Nacional.
Francisco Álvarez de Toledo, nació el 10 de julio de 1515 en Oropesa, Toledo en el Palacio de los Álvarez de Toledo, que en ese tiempo eran Condes de Oropesa a cuyo linaje perteneció. Fue descendiente del Rey Alfonso XI de Castilla y de Doña Leonor Núñez de Guzmán, que a su vez era descendiente de la familia de Santo Domingo de Guzmán. En 1535, Toledo fue un noble y militar español y se unió a la Orden de Alcántara, una orden religiosa – militar. Por casi veinte años, sirvió al Emperador en los ejércitos en Flandes e Italia. Fue un cercano amigo de emperador Carlos V y estuvo presente en su lecho de muerte en 1558. Fue el quinto de los Virreyes del Perú. Ocupó dicho cargo desde el 26 de noviembre de 1569 hasta el 23 de septiembre de 1581, recibiendo el cargo de manos del Gobernador Lope García de Castro.
Durante su gobierno en el Perú en 1570, instaló el tribunal de la Inquisición. Instruyó el levantamiento de fortificaciones en la costa para prevenir los ataques de piratas y acabó con el reducto inca en Vilcabamba, ordenando la ejecución de Túpac Amaru. Centralizó los aspectos esenciales de la administración colonial y estableció las bases de lo que sería el sistema colonial en el Perú. Además reguló también la encomienda y la mita. Fue conocido también como «El Solón Colonial». Murió en el año 1584 en Sevilla. Si bien para la mayoría de los historiadores fue el más importante de los virreyes del Perú y elogiado como el “Supremo Organizador” del inmenso virreinato, por darle una adecuada estructura legal, afianzó importantes instituciones indianas, en torno a las cuales giró la administración del territorio del virreinato durante doscientos años. Para otros fue el gran tirano de los indios por haberlos explotado de forma exagerada, al conservar la mita minera del Imperio Inca pero tergiversando su sentido original.
Fuentes:
Bernardo Trigo. Tarija y sus valores Humanos. Tarija. 1978. Editorial Universitaria.
Archivo Histórico Municipalidad de Salta. 1956
Dirección Gral. de Catastro Pcia. de Sgo. Del Estero – Ministerio de Economía. 1912
Mariano de Echazú Lezica. La Revolución de Mayo en Tarija. Buenos Aires. 1988
Eduardo Trigo O´Connor d´Arlach. Tarija en la Guerra de la Independencia. Plural. 2009
Periódico El Clarín de Buenos Aires. 2010