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Sea en el gimnasio, al aire libre, en soledad o con compañía, cualquier tipo de actividad física resulta indispensable para gozar de un organismo saludable. Entre la amplia gama de beneficios que aporta la ejercitación, el corazón es una de las áreas que más ventajas recibe. Mantenerse activo es vital para prevenir enfermedades cardiovasculares. También es indicado tras haber sufrido alguna de ellas.
Retomar la actividad es vital para reducir la incidencia de padecer infarto de miocardio, al modificar algunos distintos factores de riesgo, como la disminución del colesterol y la glucosa en la sangre, de la presión arterial y del exceso de peso. «Como resultado de todos estos eventos, disminuye significativamente la formación de placas de ateroma que son las causantes de la obstrucción de los vasos sanguíneos que llenan la sangre al músculo cardíaco, y por ende disminuye la posibilidad de padecer infartos de miocardio», explicó Magali Almada (MN 100.170), especialista en medicina deportiva.
Para que el regreso sea el adecuado, tiene que estar ligado al seguimiento de un conjunto de reglas. La médica del Hospital Universitario Austral le marcó a Infobae las pautas a seguir para un correcto y saludable proceder.
– Modo: seleccionar actividad física de tipo aeróbica recreativa, que comprometa grupos musculares grandes en forma rítmica y continua, como caminatas y ciclismo.
– Intensidad: debe oscilar entre baja y moderada.
– Frecuencia: se recomienda tratar de realizar actividad física al menos tres veces por semana e ir aumentando hasta llegar a una rutina que incluya los siete días.
– Duración: acumular por lo menos 30 minutos de actividad moderada por jornada. La duración va a depender del tipo y de la intensidad de la actividad.
Las actividades más apropiadas luego de un evento de enfermedad coronaria son las recreativas o domésticas, que aproximadamente consumen alrededor de 150 calorías por sesión. Algunas de menor intensidad y mayor duración son caminar 2,5 kilómetros (en 35 minutos) o realizar tareas en el jardín (45 minutos), sumado a otros ejemplos de media hora de extensión como andar en bicicleta (8 Km), bailar, empujar un carrito de bebe (2,4 Km) y hacer gimnasia aeróbica en el agua.
En cuanto a aquellas de mediana intensidad, deben ser de menor duración (alrededor de 15 minutos) como jugar al básquet, saltar a la soga, correr 2 km, subir y bajar escaleras, andar en bicicleta rápido, a razón de 6.4 km en un cuarto de hora. También, son convenientes 20 minutos de natación.
Golf, remo, caminata deportiva, trote, ciclismo, elíptico y escalinata son deportes adecuados para la condición. «Otros como el tenis o padel, se reservarán para una etapa posterior, luego de un tiempo prudencial de entrenamiento con los dos grupos anteriores de ejercicio y nunca con ánimo competitivo, ya que son ejercicios con muy variada intensidad y destreza», añadió la especialista.
Reanudar la vida deportiva es siempre beneficioso para la salud tanto física como psíquica y mental. No obstante, la experta indicó ciertas pautas de alarma que en caso de presentarse durante el ejercicio, se debe suspender y realizar la consulta inmediata al médico. Los signos de alerta: dolor o molestia en el pecho que puede o no irradiar al hombro y brazo izquierdo; dolor indeterminado en la espalda, cuello, mandíbula o estómago; dificultad para respirar; sudoración fría; náuseas y mareos.