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La falta de sexo va mucho más allá del placer que genera pues cumple una función importante en la salud y el bienestar.
El cuerpo avisa mediante síntomas que reflejan el deseo de sentir contacto sexual y vivir experiencias excitantes. La falta de sexo va mucho más allá del placer que genera pues cumple una función importante en la salud y el bienestar.
Por algunos motivos las personas intentan reprimir su deseo sexual y se cohíben de aquello que desean. Los deseos reprimidos se pueden hacer evidentes mediante ciertos comportamientos o señales.
1.-Falta de sueño: La actividad sexual ayuda a segregar una hormona conocida como oxitocina, importante para tener un sueño adecuado y placentero.
2.-Mal humor y estrés: Tener altibajos en el carácter, en especial en el ámbito social, es una probabilidad de que el cuerpo necesita sexo.
3.- Incrementan las fantasías: En mayor o menor medida, toda persona sueña o tiene presentes algunas prácticas sexuales; por lo general ocurren durante la noche, o como producto de algún tipo de estímulo.
4.-Falta de brillo en la piel: pero no lo es. Cuando se practica sexo con frecuencia, los poros de la piel se abren y liberan las impurezas.
5.-Menos sociales: El dejar de tener experiencias sexuales puede provocar un aislamiento social.
6.-Malestares físicos: La falta de sexo disminuye la producción de serotonina y endorfinas, conocidas como las hormonas de la felicidad y famosas por actuar como un analgésico natural.
7.-Inseguridad: Es muy probable que, al dejar de mantener relaciones sexuales, la persona empiece a sentir cierta inseguridad en sí misma y en todo lo que hace.
8.-El peligroso sentimiento de soledad: El sentir soledad puede llevar a tomar decisiones poco acertadas, en especial cuando de sexo se trata.