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Dos mil personas del noreste de Colombia están sin agua tras un ataque atribuido al ELN, única guerrilla activa del país y que negocia la paz, a un oleoducto cuyo crudo contaminó el río que los abastece.
Guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) atacaron la madrugada del jueves un tramo del oleoducto Caño Limón Coveñas, el segundo más grande del país, en el corregimiento de Guamalito, en El Carmen, dijo a Blu Radio el alcalde de la localidad, Edwin Contreras.
«Estamos hablando de que en el poblado hay más de mil personas que están afectadas», afirmó Contreras, quien precisó que el Ejército le atribuyó al ELN la autoría del hecho.
Según el alcalde, el crudo se derramó en la quebrada Cimitarra que abastece a Guamalito y contaminó «totalmente» los tanques de almacenamiento. «En estos momentos el crudo que corre por la quebrada está emanando unos gases que están afectando a la población», añadió.
El jefe negociador del gobierno con el ELN, Juan Camilo Restrepo, calificó de «delirante e insensata» la agresión.
«Con atentados terroristas como éste que afectan poblaciones civiles no combatientes el ELN lo que hace es dificultar negociaciones Quito», afirmó Restrepo en Twitter.
El gobierno colombiano y el ELN, con unos 1.500 combatientes según cálculos oficiales, instalaron conversaciones de paz en Ecuador en febrero.
Las partes acordaron al cierre de la primera ronda «un marco de referencia común» de acciones y dinámicas humanitarias para disminuir la magnitud de los enfrentamientos, «de conformidad con el Derecho Internacional Humanitario (DIH)».
La petrolera estatal colombiana Ecopetrol, que opera el oleoducto Caño Limón Coveñas, con una longitud de unos 780 kilómetros, anunció la activación de un plan de contingencia.
Según la compañía, en lo que va del año el oleoducto ha sido objeto de 31 atentados.