Noticias El Periódico Tarija

Ya cumplimos 200 años aunque no se trató de un cumpleaños, solo fue celebrar los dos siglos de la batalla de La Tablada, pero por alguna razón, muchos toman esa fecha como referencia del inicio de nuestra libertad, en fin, se puede discutir bastante pero no es la idea. Lo cierto es que aquí estamos, pasó el 15 de abril número doscientos y los retos son muchos, las necesidades más todavía. La vertebración caminera  sigue siendo un sueño hasta ahora inalcanzable que no sólo servirá para viajar decentemente por nuestro territorio sino fundamentalmente como factor de identidad y para integrarnos como región contando con los medios precisos para consolidar el intercambio comercial interno como hacia otros departamentos. La ruta al Chaco es fundamental y se avanza tan poco y tan lentamente que el pesimismo domina si pensamos en verla totalmente asfaltada en estos próximos años.

La dotación de agua potable y servicios básicos que resultaron no ser tan básicos para algunos que tuvieron el poder en sus manos, debe ser otra prioridad no sólo en el discurso, sino en planes de gobierno serios que se plasmen de manera coordinada con otros niveles de la administración publica. La vieja y eterna historia de pueblos sin agua, sin luz y ahora sin gas debe quedar ahí mismo…en la historia. Así cómo la sequía que cada año golpea al agro porque no se cuenta con una medida para enfrentarla a pesar de los millones que pasan y siguen.

Lo que debe preocuparnos a los tarijenos es que el gas definitivamente se acabará algún día, ya sabemos que no siempre cuesta lo mismo, y al ritmo que vamos volveremos a ser el Departamento pobre con muchas necesidades acumuladas, solo decir que de tener centenas de millones por año ahora nos estamos prestando $us 100 millones de un banco privado, es urgente replantear aquello de darle valor agregado a nuestro gas, implementar en base a el una serie de industrias y empresas que impulsen el desarrollo regional, un era de industrialización en la que tengamos un rol protagónico, Tarija debe definir ese rol, plantearlo y defenderlo donde corresponda. No podemos seguir viviendo como nuevos ricos que se embriagan con la bonanza pasajera y no siembran ni diversifican para por lo menos garantizar que la calidad de vida que hoy podemos tener por nuestros recursos, superviva en beneficio de las próximas generaciones que deben encontrar una región con un norte establecido a través de políticas claras que sean respetadas por quien venga, lo que permitirá avanzar y no siempre partir de casi cero porque nadie quiere continuar las obras del otro y quiere hacer las suyas a gusto y paladar, eso ya no puede suceder, de ahí la necesidad de un plan departamental incluyente y a largo plazo que nos obligue a todos a respetarlo, en especial a aquellos que asumen la responsabilidad de conducirnos a un mejor futuro.