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La puja entre la CIA y WikiLeaks continúa. En ese marco, el director de la Agencia Central de Inteligencia, Mike Pompeo, calificó al portal de filtraciones como un «servicio hostil de inteligencia» instigado en ocasiones «por actores estatales como Rusia».

«Es hora de llamar a WikiLeaks por lo que es: un servicio hostil de inteligencia no estatal», manifestó el jefe de la CIA, en una conferencia en el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales (CSIS).

Agregó, además, que el portal dirigido por Julian Assange ha actuado en ocasiones «instigado por actores estatales como Rusia».

En esa línea, aseguró que el sitio de filtraciones encontró en la principal fuente de propaganda rusa, RT, a su colaborador más activo.

Durante su intervención, Pompeo hizo hincapié en los riesgos que supone para la seguridad nacional las filtraciones llevadas a cabo por WikiLeaks, y calificó a Assange de «actor extranjero malicioso que manipula la información».

A su vez, lo acusó de refugiarse en la Primera Enmienda de la Constitución, que protege libertad de expresión.

Las palabras de Pompeo contrastan con las pronunciadas por el presidente Donald Trump, quien durante la campaña electoral aseguró que «amaba WikiLeaks» tras una serie de filtraciones de correos de asesores de su contendiente rival, la demócrata Hillary Clinton.

En marzo de este año, el portal difundió una serie de documentos en los que expone información clasificada sobre un supuesto programa de pirateo informático de la CIA destinado a penetrar mediante un complejo software en teléfonos inteligentes y ordenadores conectados a Internet.

De acuerdo con WikiLeaks, la agencia de inteligencia estadounidense ha espiado a ciudadanos extranjeros mediante teléfonos iPhone, Android y hasta televisores Samsung, supuestamente convertidos en micrófonos.

«En primer lugar, somos una organización de inteligencia que se dedica al espionaje extranjero. Robamos secretos de adversarios extranjeros, entidades hostiles y organizaciones terroristas. Analizamos esta inteligencia para que nuestro gobierno pueda entender mejor a los adversarios que enfrentamos en un mundo desafiante y peligroso», aclaró Pompeo.

«Nuestra misión es simple en concepto pero difícil en la práctica. Trabajamos para proporcionar la mejor información posible al Presidente y su administración para que puedan promover nuestros intereses nacionales y proteger a nuestro país», remarcó, al tiempo que sostuvo que la CIA ha sido en los últimos tiempos «un actor crucial en la campaña mundial contra la proliferación nuclear».

Assange, periodista australiano, dirige la difusión de esas filtraciones desde la embajada de Ecuador en Londres, donde se refugió el 19 de junio de 2012 para evitar su extradición a Suecia, donde enfrenta un interrogatorio sobre un delito sexual que él niega.

Por el momento, ha evitado salir de la embajada ecuatoriana por temor a ser detenido y entregado a Estados Unidos, que lo investiga por las revelaciones de su portal en 2010, cuando difundió cables diplomáticos confidenciales estadounidenses.