GABRIELA FLORES/BOLINFO/TARIJA
(elPeriódico – abril 08/2017) Más de 4.106 casos de violencia contra menores de edad fueron registrados en la última gestión en el municipio de Tarija, de estos casos, 206 corresponden a delitos sexuales.
Los niños y niñas son los más vulnerables en la ciudad de Tarija, esta realidad es conocida por las instituciones.
El representante de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia en Tarija, Ramiro Pérez, explicó que en Tarija, la Defensoría tiene un equipo de abogados penalistas que están a disposición de la población en el caso de detectar algún tipo de agresión a menores de edad.
“Están dedicados en un 100 por ciento para atender casos penales”, aseguró el funcionario. Dentro de estos casos penales están los delitos contra la libertad sexual, es decir violaciones, estupro y corrupción de menores, entre otros.
150 casos fueron concluidos en la gestión 2016, de esos, la mayoría tiene sentencias condenatorias contra los denunciados.
Pérez indicó que en la pasada gestión, sólo dos casos quedaron en condena, de los que fueron liberados los acusados. “Pero todos los demás casos fueron condenados por nuestras autoridades judiciales”, resaltó.
Violencia en el hogar
Lo más preocupante a resaltar, es la realidad que presentan los más de 4 mil casos de violencia a menores, pues en su mayoría, son protagonizados por los mismos miembros de su familia. Padres, madres, padrastros, primos, tíos y amigos se convierten en cómplices o agresores, cuando deberían ser los principales protectores de los menores.
La mayoría de los casos registrados de violencia en Cercado están vinculados a la familia y al hogar, mientras que en un menor nivel, los agresores son individuos desconocidos o alejados del entorno de la víctima.
“Son muy pocos los casos de violencia que son cometidos por terceras personas, es decir, por el vecino o por algún amigo, aunque obviamente existen hechos registrados, pero en su mayoría, son cometidos por los miembros de la familia”, apuntó Pérez.
Apoyo psicológico a víctimas
Dentro de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia, existe un programa denominado Fortalecimiento Familiar, donde no sólo dan terapias a los menores, sino a la familia entera, con la finalidad de establecer los valores que los mismos deben tener al momento de cuidar a un menor de edad.
“Ante el conocimiento de algún hecho se da terapias no solamente al niño, sino al padre, a la madre o aquel miembro de la familia a cargo con una terapia psicológica para que la violencia que se está cometiendo al interior de la familia pueda cesar”, expresó Pérez.
Afirmó que la Defensoría está trabajando con este programa desde la pasada gestión, además que en la Secretaría de la Mujer y la Familia fue creada la Unidad de Prevención que trabaja directamente con los niños, niñas y adolescentes en los colegios.
Más violencia en la ciudad
La mayoría de los casos son registrados en la zona urbana, ante un menor porcentaje en el área rural.
¿Cómo reconocer a una víctima?
Los problemas que tienen los niños maltratados pueden ser detectados en el colegio, a través de sus exámenes médicos rutinarios, observarse por amigos, vecinos o familiares y, ante la sospecha, siempre deben denunciar.
Las manifestaciones pueden hacerse evidentes a través de su conducta o de su estado físico, que constituyen en alarmas o pilotos de atención, según indican los expertos.
Estos indicadores alertan sobre una situación de riesgo. Saber interpretar estos indicadores y no quedarse pasivo ante ello es fundamental, según los especialistas.
En los niños, los indicadores pueden manifestarse con señales físicas repetidas como los ojos morados, magulladuras o quemaduras, además del cansancio, la apatía permanente, el cambio significativo en la conducta escolar sin motivo aparente.
Otros factores son las conductas agresivas o rabietas severas persistentes, relaciones hostiles y distantes, actitud hiper vigilante, conducta sexual explícita e inapropiada para su edad, conducta antisocial o sintomatología depresiva.
Los padres, en cambio, parecen no preocuparse por el niño, no acuden nunca a las citas y reuniones del colegio, lo desprecian en público, expresan dificultades en su matrimonio, recogen y llevan al menor al colegio sin permitir contactos sociales, abusan de sustancias tóxicas, justifican la disciplina rígida como autoritaria, además de reflejar una disciplina inapropiada para la edad del niño.
Es cierto que estos indicadores pueden darse en casos familiares donde no hay maltrato, pero los expertos aseguran que hay una característica que les diferencia: los agresores no suelen reconocer la existencia del maltrato, rechazando cualquier tipo de ayuda, llegando a justificar con argumentos muy variados sus acciones. En cambio, los padres con dificultades suelen reconocerlas y admiten cualquier tipo de ayuda que se les ofrezca.
Consecuencias del maltrato
El maltrato infantil es una causa de sufrimiento para los niños y las familias, puede tener consecuencias a largo plazo. El maltrato causa estrés y se asocia a trastornos del desarrollo cerebral temprano.
Los casos extremos de estrés pueden alterar el desarrollo de los sistemas nervioso e inmunitario. En consecuencia, los adultos que han sufrido maltrato en la infancia corren mayor riesgo de sufrir problemas conductuales, físicos y mentales, tales como: actos de violencia como víctimas o perpetradores, depresión, consumo de tabaco, obesidad, comportamientos sexuales de alto riesgo, embarazos no planificados, consumo indebido de alcohol y drogas.
A través de estas consecuencias en la conducta y la salud mental, el maltrato puede contribuir a las enfermedades del corazón, al cáncer, al suicidio y a las infecciones de transmisión sexual.
Cómo denunciar
Existen instituciones que son capaces de recibir las denuncias ante el maltrato infantil que son: Defensorías de la Niñez y Adolescencia, Policía Boliviana, Ministerio Público, Servicios Legales Integrales Municipales (SLIM), Servicios Integrados de Justicia Plurinacional, Servicio Plurinacional de Defensa de la Víctima, autoridades indígenas originarias campesinas, cuando corresponda y también existe una línea gratuita que es el 800140348 y está habilitada para recibir denuncias relacionadas a violencia familiar.
Día del Niño boliviano
En Bolivia en 1955, en la presidencia de Víctor Paz Estenssoro se instituyó como «Día del Niño boliviano» el 12 de abril. Con el desafío de disminuir los índices de niños que viven en la pobreza, Bolivia conmemora hoy el Día del Niño.
La fecha es en recordatorio al 12 de abril de 1952, año en que la Organización de Estados Americanos (OEA) redacta con UNICEF la declaración de los principios universales del menor, a consecuencia de la desigualdad y maltrato que sufrían los niños en el mundo.