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Son días agitados en Viamonte 1366, la sede de la Asociación de Fútbol Argentino (AFA). La filtración de audios, el futuro de Edgardo Bauza, la organización del nuevo campeonato, la transmisión de los partidos, la deuda de los clubes… Son infinitas las preocupaciones que invaden la histórica oficina de Julio Humberto Grondona,que ahora ocupa Claudio Fabián «Chiqui» Tapia. Pero en ese caos de llamados, visitas de dirigentes y papeles sueltos hay un tema que encandila a todos los demás y es la resolución del caso Lionel Messi en la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA).

La preocupación es lógica. La Albiceleste sufre en el quinto lugar de la tabla de posiciones de las Eliminatorias para la Copa de Rusia 2018, juega mal, y su principal figura podría perderse 3 de los 4 partidos que quedan. Un Mundial sin Argentina podría convertirse en el peor de los comienzos para la nueva dirigencia de la AFA.

Los detalles globales son conocidos: el crack de la Selección fue sancionado de oficio con cuatro fechas de suspensión por insultar a un juez de línea en el último Argentina-Chile de las Eliminatorias. La semana pasada, en diálogo exclusivo con Infobae, Juan de Dios Crespo, el abogado especialmente contratado para darle sustento jurídico a la apelación dijo que lo único que resta es esperar la definición del órgano rector del fútbol mundial.

Sin embargo, hay otros aspectos técnicos del caso no contados hasta ahora que están individualizados en la decisión 170315 ARG ZH de la Comisión Disciplinaria de la FIFA, un documento de 14 páginas que explica los pasos adoptados por Claudio Sulser (Suiza), Lim Kia Tong (Singapur) y Mahmoud Hammami (Túnez) para sancionar a «La Pulga» en una discusión que se realizó mediante teleconferencia. Infobae tuvo acceso al escrito por fuentes de la Conmebol. 

La apertura del caso

Mucho se habló sobre los motivos que llevaron a la FIFA a poner sus ojos sobre los insultos de Messi, que no fueron informados en los reportes de las autoridades que estuvieron en el Monumental. Las sospechas están puestas sobre el brasileño Wilson Seneme, integrante de la Comisión de Arbitros de Conmebol integrada, entre otros, por el argentino Héctor Baldassi. La federación internacional evitó exponer a su fuente. Según informó en el dictamen oficial, el 27 de marzo -cuatro días después del encuentro- «la Comisión Disciplinaria se percató de que aparentemente el jugador habría proferido palabras injuriosas contra uno de los asistentes«. El lineman señalado es Emerson Augusto do Carvalho, también brasileño, y la expresión que le imputan al delantero es «la concha de tu madre».

En virtud de ello, la Secretaría de la Comisión le requirió al árbitro y a sus asistentes que proveyeran información complementaria sobre el incidente. Y esta fue la respuesta:

Sr. Sandro Meira Ricci (árbitro principal):

«No escuche ningún lenguaje ofensivo de parte de Messi o ningún otro contra mi persona, aparte de las quejas normales de los jugadores (especialmente levantando las manos). Si hubiese escuchado cualquier palabra ofensiva, habría actuado conforme a las reglas del juego».

(Original en inglés: «I did not hear any offensive Ianguage from Messi or anyone/se towards myself, besides the normal players’ complains (specially raising their handings) during the match. If I had heard any offensive word, I would have acted in according the rules of the game»).

– Sr. Emerson Augusto do Carvalho (árbitro asistente 1):

«Después de que pitase una falta cometida por Messi, que estaba junto a mí, al final del partido, vi que se quejaba contra dicha falta levantando sus manos y diciendo algo que en ese momento no entendí. Solamente después, a través de Ia prensa, entendí que se trataba de un insulto».

(Original en portugués: «Depois da marcagäo de uma falta do Messi pröxima a mim, ja’ no final do jogo, vi que prostetou da marcagäo, com os bragos e me falando algo que na hora näo compreendi. Somente depois, atrave’s da imprensa, vi que se tratava de um xingamento»).

– Sr. Marcelo do Carvalho (árbitro asistente 2):

«No escuché ningún lenguaje ofensivo de Messi…»

(Original en portugués «Näo ouvi nenhuma Iinguagem ofensiva do Sr Messi»).
Sr. Dewson Freitas da Silva (árbitro asistente 3):
«No he oído nada en relación con este hecho. Después del inicio del partido estuve fuera del campo de juego. Y saludé a mis compañeros cuando ya estaban camino al vestuario. Ninguno me habló del tema».

La respuesta de la AFA

Pese a que ninguno de los árbitros había notado los insultos de Messi, la FIFA decidió seguir adelante con su investigación y el 27 de marzo le cursó una nota a la Comisión Interventora que en aquel momento estaba al frente de la AFA y fue quien se encargó de manejar el caso. 

En tiempo rércord, ese mismo 27 la AFA contestó que no contaba «con elementos suficientes que puedan determinar que el Sr. Leonel (N. d. R: el nombre real es Lionel) Messi hubiera usado lenguaje inapropiado para algún oficial» añadiendo que «si la Comisión Disciplinaria considera necesario dar traslado a la AFA y al jugador respecto de los supuestos incidentes que dicen los medios de comunicación que han sucedido» se realizará el descargo correspondiente.

Esa respuesta no hizo más que acelerar el procedimiento. Una vez recibida la nota, la FIFA procedió a abrir un proceso disciplinario contra el jugador argentino y le remitió a la Comisión Disciplinaria distintos links para que pudieran observar lo que había sucedido.

Un día después, el 28 de marzo, día en que la Selección debía enfrentar a Bolivia en La Paz (N. d. R: ganaron los locales 2-0), la AFA remitió por correo electrónico su posición y un descargo de Messi.

La AFA negó rotundamente los hechos, dijo que es imposible que el asistente no hubiera escuchado los insultos teniendo en cuenta que se encontraba a pocos metros de distancia en el momento del «incidente» y aclaró que los videos que se estaban utilizando como prueba para imputar a la «Pulga» son «a cámara lenta» y con «un subtitulado del que no participó la AFA».

«De dichos videos se desprende que el oficial, en pleno diálogo con Messi, apoya su mano en la cabeza del jugador en una conducta casi paternal. Actitud que no tendría para nada una persona que se ha sentido ofendida», argumentó la Comisión.

En el mismo sentido, el futbolista negó los insultos aunque admitió haber mantenido un diálogo con el referí. «El cual al ser de nacionalidad brasileña y estar a escasos centímetros de mí entendía perfectamente lo que yo decía, a tal punto que hemos conversado de forma amigable», se defendió Messi. Y agregó: «Incluso si no hubiese entendido mis palabras, podría haber consultado al comisario del partido o al resto de los árbitros y si no lo hizo es porque entendió que la misma no merecía informe alguno».

El capitán también recordó su trayectoria deportiva «intachable». «No teniendo prácticamente expulsiones en todo el tiempo que me desempeño como jugador profesional de fútbola tanto en mi club como en mi selección. En cualquier caso nunca por ofensas como las descriptas en este expediente», insistió.

El descargo realizado por Lionel Messi el 28 de marzo

El descargo realizado por Lionel Messi el 28 de marzo

La sanción

– Sobre el idioma de los protagonistas

Los árbitros no escucharon ninguna expresión injuriosa y cuando se los convocó a ampliar su informe reiteraron la primera impresión que habían tenido. Esa información no fue suficiente para evitar la sanción para el jugador argentino. Es que de acuerdo a la mirada de la Comisión, el asistente no entendió los dichos de Messi porque hablan distinto idioma. Así lo especificó el informe.

«Cabe resaltar que eI árbitro asistente escuchó que el jugador en cuestión se dirigió hacia él pero sin entender el contenido de lo que le estaba diciendo. Según la información a disposición de la Comisión, este árbitro asistente es de nacionalidad brasileña, siendo el portugués el idioma oficial de Brasil. Igualmente, observan que el jugador Lionel Messi es de nacionalidad Argentina siendo el idioma oficial de este país el castellano. Por lo tanto el idioma de ambos sujetos difiere siendo el de uno el portugués y el del otro el español, por lo que las expresiones proferidas por el jugador en su idioma materno, el español, no tienen por qué ser necesariamente entendidas por una persona de lengua materna brasileña«.

– Sobre el uso de videos y la lectura de labios

La AFA y Messi se opusieron a la utilización de videos como elementos de prueba. La Comisión especificó que de acuerdo los reglamentos internos, las grabaciones audiovisuales son admisibles y objetó que la Argentina no hubiera ofrecido un registro alternativo. «El hecho de que dichos videos hubiesen sido cortados no tiene efecto sobre el contenido de los gestos y expresiones que se aprecian«, replicó.

«Una vez establecida la validez de dichos elementos probatorios, la Comisión pasa a analizar los videos junto con las declaraciones de los oficiales y observa que, de acuerdo al árbitro asistente 1, en el término final del partido, el jugador realizó una serie de movimientos con sus manos «y diciendo algo que en ese momento no entendí'» una vez que este oficial hubo señalado una falta cometida por el jugador. En particular en el video 2 se puede observar en el minuto 00:07 del mismo, cómo eI árbitro asistente levanta el banderín en señal de falta y el jugador mirando fijamente a la cara de este árbitro asistente vocaliza una frase realizando acto seguido un movimiento brusco con su brazo, el cual denota hastío. En relación a este punto, el jugador en su declaración establece que «si alguno de mis dichos hubieran incomodado al árbitro asistente, jamás fueron dirigidos a su persona sino dichos al aire (…)». No obstante Ia Comisión considera que el video es claro, el jugador no miraba al aire sino a la cara del oficial que acababa de indicar una falta en su contra y mientras mantenía un contacto visual, sin apenas parpadear, vocalizaba una frase. Seguidamente, la Comisión observa el contenido de esta frase, y se fija en el movimiento de labios del jugador, que en ningún momento pudo haber sido manipulado por mucho que estuviera el video con subtítulos o a cámara lenta. Es de hecho la repetición de este gesto a cámara lenta la que deja sin lugar a dudas que el jugador profirió las palabras «concha de tu madre» hacia el árbitro asistente 1 al que estaba mirando fijamente».

– La falta de arrepentimiento

La FIFA consideró además como un elemento negativo que luego del final del partido el jugador argentino se dirigiera «hacia los tres oficiales del partido, dándoles la mano a dos de ellos y negándole el saludo al tercero, siento este el árbitro asistente 1, el Sr. Emerson Augusto de Carvalho. No solo el jugador le niega el saludo, sino que realiza un movimiento de desaprobación con la cabeza, lo que respalda e indica una vez más que jugador desaprobaba la actuación de dicho oficial en concreto».

La Comisión resaltó además que el jugador en su descargo no mostró arrepentimiento por su conducta y tampoco pidió disculpas al asistente brasileño, tal vez allí Argentina dejó pasar una posibilidad para lograr una disminución de la pena.

«La Comisión es de la opinión que a pesar de que el árbitro asistente no señalase la falta tras haber oído Ia expresión «concha de tu madre» no significa que la misma no sea ofensiva contra la persona que las recibe. Esto es así puesto que por una parte, y como ya fue mencionado anteriormente, el árbitro asistente no entiende español por lo que no hubiera sido posible que reportase el incidente. Por otra parte, el hecho de que el árbitro asistente 1 no entendiese el contenido de la expresión, que se realizó en el ámbito público, siendo visto por miles de hispanohablantes y grabado y retransmitido a todas las partes del mundo, no significa que no sea ofensivo y atente contra eI honor de Ia persona a la cual se está dirigiendo dicha expresión. No obstante lo anterior, la Comisión recalca que proferir una expresión de semejante carácter contra cualquier persona, se sienta ofendida o no, es sin duda alguna ofensiva al honor y a la deportividad», completó el informe.