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En medio de las recientes tensiones, Turquía suspendió este lunes las relaciones diplomáticas con Holanda, país al que acusa de bloquear las participaciones de políticos turcos en mitines sobre el referéndum que se llevará a cabo el próximo 16 de abril.
«Hasta que Holanda no repare los daños que ha causado, las relaciones al más alto nivel y las reuniones previstas a nivel ministerial y a alto nivel quedan suspendidas», anunció Numan Kurtulmus, viceprimer ministro turco, tras una reunión del consejo de ministros.
Asimismo, afirmó que hasta que no se cumplan «las condiciones» establecidas por el régimen de Recep Tayyip Erdogan, «el embajador holandés no estará autorizado a regresar».
El embajador Kees Cornelis van Rij se encuentra actualmente fuera de Turquía, y es el encargado de negocios el que gestiona los asuntos.
Las tensiones entre ambos países recrudecieron cuando dos ministros turcos pretendían participar en mitines para pedir a los turcos residentes en Holanda que apoyen la reforma constitucional, que traspasaría el poder legislativo desde el Gobierno al presidente.
Las autoridades holandesas impidieron físicamente que Sayan, que había entrado en Holanda en coche desde Alemania, accediera al consulado turco en Rotterdam y la escoltaron luego fuera del país. Mientras eso sucedía, la Policía disolvió con duras cargas una manifestación multitudinaria a favor de la visita.
Para el partido islamista Justicia y Desarrollo (AKP), en el poder en Turquía desde 2002, la comunidad turca residente en el extranjero es un importante granero de votos y podría decidir el resultado del referéndum el 16 de abril, que se prevé sea muy ajustado.
En las últimas elecciones, celebradas en noviembre de 2015, el AKP obtuvo un 56 % de votos en el extranjero, claramente por encima del 49,5 % del resultado general, e incluso alcanzó un 69 % en Holanda, Bélgica y Austria.
Por eso son habituales los mítines de políticos turcos en el extranjero, pero en esta ocasión, varios ministros han tenido que renunciar a sus actos en Holanda, Austria, Alemania o Suiza, bien por oposición directa de las autoridades o por la cancelación de los alquileres de los locales donde iban a celebrarse esos encuentros.
Ankara considera que se trata de una campaña para obstaculizar la victoria del Sí en el referéndum.