Noticias El Periódico Tarija

La historia y un pasado común unen a Tarija y Salta, ambas ciudades de Bolivia y Argentina. La villa de San Bernardo de la Frontera de Tarija fue fundada el 4 de julio de 1574 y San Felipe de Lerma del valle de Salta el 16 de abril de 1582. Tarija es hermana mayor de Salta con 8 años. Ambas ciudades fueron fundadas por instrucciones del Virrey Toledo, Mayordomo de Su Majestad y Capitán General de los Reinos y Provincias del Perú.

La batalla de Salta, acontecida el 20 de febrero de 1813 unió a tarijeños y salteños bajo la misma bandera y consigna; la libertad, así como en la Batalla de Tucumán, Jujuy y el éxodo jujeño, rio Piedritas, Las Lagunillas, Suipacha y otras que forman parte de la historia de las provincias Unidas del rio de La Plata como del Alto Perú.  Los tarijeños Gabino Ibáñez y Manuel Rojas comandaron secciones de la Caballería e infantería en la batalla de Salta librada contra el Brigadier español Juan Pío Tristán. El prócer de la región de Santa Cruz de la Sierra donde lideró la llamada Republiqueta de Santa Cruz adscrita a las Provincias Unidas del Río de la Plata Ignacio José Javier Warnes y García de Zúñiga  militar rioplatense, que luchó en la Guerra de Independencia Hispanoamericana y murió en la Batalla de El Pari, también formó parte de la batalla de Salta. El enfrentamiento armado fue librado en Campo Castañares, actual zona norte de la Ciudad de Salta, durante la Guerra de Independencia de la Argentina, hace 204 años.  El Ejército del Norte, al mando del General Manuel Belgrano y de Eustaquio Díaz Vélez como Mayor General o Segundo Jefe, derrotó por segunda vez a las tropas realistas del brigadier Juan Pío Tristán, a las que había batido ya en septiembre anterior en la batalla de Tucumán. La rendición incondicional de los realistas garantizó el control del gobierno rioplatense sobre buena parte de los territorios del antiguo Virreinato del Río de la Plata, aseguró la región y permitió a los patriotas recuperar, provisoriamente, el control del Alto Perú.

 

Durante los cuatro meses que siguieron al notable triunfo de Tucumán, se reforzaron los efectivos del ejército y se aprovisionaron  para hacer frente a las necesidades de la campaña contra los españoles, que tenía por meta a Salta. A principios de enero de 1813 el ejército se puso en marcha hacia el norte. El  11 de febrero el grueso de las tropas había cruzado el río Pasaje. Allí decide Belgrano que las tropas presten el juramento de fidelidad a la Asamblea General Constituyente que, había  inaugurado sus sesiones en Buenos Aires el 31 de enero.