INFOBAE
¿Quién no ha soñado con una vida eterna para poder disfrutar de los avances del futuro?. La muerte puede ser perturbadora en todas sus formas y la ciencia constantemente intenta contrarrestar el curso natural para ofrecer la pócima que permita vivir por siempre.
Una niña británica de 14 años, de quien nunca se reveló nombre por cuestiones legales, revolucionó el año pasado los medios ante el pedido desesperado por vivir. En 2015 le diagnosticaron cáncer terminal pero la pequeña no resistió la idea de morir. Mientras que sus padres sufrían la noticia ella no dudo en resistir y aferrarse a la esperanza más bella, la posibilidad de someterse al famoso proceso de criopreservación y despertar algún día en un mundo futurista.
«Se me ha pedido que explique por qué quiero hacer una cosa tan inusual. Sólo tengo 14 años y no quiero morir, pero sé que voy a morir. Creo que ser criogenizados nos da la oportunidad de ser curados y despertados incluso en cientos de años», declaró la pequeña ante su pedido de poder someterse a la técnica.
Al escuchar la propuesta su padre se opuso rotundamente por lo que la niña recurrió a las autoridades británicas mediante un escrito para poder acceder a su petitorio. Un claro ejemplo de perserverancia permitió que el juez Peter Jackson accediera tan solo un día antes de su muerte a visitarla al hospital en sus últimos días y mediante el cual su madre no pudo resistir a acompañar el pedido de su hija.
«No quiero ser enterrada bajo tierra. Quiero vivir y vivir más tiempo, y creo que en el futuro pueden encontrar una cura para mi cáncer y despertarme. Quiero tener esa oportunidad. Ése es mi deseo», declaró la niña de tan solo 14 años en su pedido.
Finalmente el juez aceptó el pedido, fue el 17 de Octubre de 2016 cuando falleció y su cuerpo llegó a las instalaciones de Cryonics Institute el 25 de Octubre de 2016, 8 días despues de su deceso.
La paciente CI # 143, así la denomina Stephan Beauregard, director en Cryonics Institute detalló a Infobae:
«Su madre se contacto con Cryonics UK para proporcionar el modo de espera, enfriamiento y transporte del paciente. La perfusión también se realizó por miembros de la institución. Luego la paciente fue colocada en hielo seco mientras se obtuvo el papeleo necesario para el transporte», explicó.
«Llegó a la instalación del instituto, envasada en hielo seco, aproximadamente a las 5:00 pm del 25 de octubre. Se la colocó entonces en la cámara de enfriamiento controlada por ordenador para enfriar a temperatura del nitrógeno líquido. Se seleccionó el programa de enfriamiento humano de hielo seco, el cual dura 24hs para despues colocarla en un criostato para almacenamiento crónico a largo plazo».
Desde ese momento su cuerpo espera en la institución a que esta técnica se desarrolle y algún día pueda volver a la vida. Casi como extraído de un libro de ciencia ficción la criopreservación no deja de apostar a que en algún momento esto será posible. Actualmente la institución Cryonics contiene 150 personas en el mismo estado.
Congelar cuerpos, una técnica única en el mundo
La posibilidad de revivir se centra en una técnica inusual que poco tiene que perder, ya que se realiza una vez fallecida la persona. Francisco Roldán Castro, experto en gestión de la comunicación política y director del Instituto Europeo de Criopreservacion comentó a Infobae cómo es el proceso para congelar un cuerpo:
«El método la criopreservación se inicia inmediatamente después de ser declarada la muerte. Se baja la temperatura introduciendo nitrógeno líquido a una criocápsula de titanio, a la persona previamente se le ha sacado la sangre y se le han introducido en los conductos sanguíneos otros líquidos que se les puede llamar anticongelantes de forma que no se creen estructuras de hielo y rompan las células. Luego, por la presión, la temperatura baja hasta los ciento treinta grados bajo cero, y así se logra la vitrificación del cuerpo. Y finalmente queda sellada la criocápsula de forma hermética, pudiendo estar en esa situación por decenas o cientos de años».
La institución Cryonics aseguró que el costo aseguró que el precio del tratamiento es de USD28.000 total y, como fue el caso de la niña británica, los padres abonaron el procedimiento vía una póliza de seguro de vida poniendo como beneficiario a Cryonics Institute.
Ya lo dijo una vez el celebre filosofo Aristóteles: «La esperanza es un sueño despierto». Aunque los ojos de este pequeña aun estén cerrados, la confianza de poder despertar algún día la acompañó hasta sus últimos momentos y hasta quizás permitió que la sensación de paz la acompañe y reconforte. Esta técnica puede ser cuestionada por diferentes estados y referentes eclesiásticos o políticos, pero para esta niña fue un rayo de esperanza que permanecerá brillante hasta el día en que la ciencia logre devolverla a la vida.