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Valery Spiridónov tiene 31 años, vive en Rusia y lleva años sufriendo de una extraña atrofia muscular espinal, una enfermedad genética degenerativa que le impide moverse con normalidad. Hoy en día sólo puede mover las manos y la cabeza. Es por eso que no asombra que este hombre, que aún tiene toda su vida por delante, se haya decidido a optar por un tratamiento poco convencional y hasta un poco aterrador: un trasplante de cabeza. En pocas palabras, su cabeza será cortada de su cuerpo y será puesta en el cuerpo de otra persona, logrando así realizar el primer transplante de cabeza de la historia de la humanidad.

El doctor a cargo de su caso es el neurocirujano italiano Sergio Canavero quien cree que finalmente durante diciembre de 2017 logrará llevar a cabo la temeraria operación.

Según lo que recuenta el sitio El Diario NY, Valery le habría asegurado al sitio EFE que el tema lo tiene bastante tranquilo y que no siente apuros por operarse. De hecho, se creía que la cirugía se llevaría a cabo durante 2016, pero no fue así: «Me tomo con bastante tranquilidad este tema, a la espera de que se confirme la fecha. No me importa ni el dónde ni el cuándo, no tengo prisa. Lo que me importa es la fiabilidad del procedimiento».

La intervención tendrá lugar en la Universidad Médica de Harbín en China y aunque parece todo un logro de la medicina, el doctor ha sido duramente criticado por sus colegas al afirmar que puede unir la cabeza de su paciente con el cuerpo sano de algún paciente que haya fallecido por muerte cerebral

Por otro lado, los chinos parecen creer ciegamente en este inusual procedimiento: «China quiere tomar la delantera y están dispuestos a arriesgarse para obtener una victoria en el plano científico. El permiso de sus autoridades para realizar la operación es un asunto que, si bien no está resuelto, lo estará en breve».

Durante los últimos meses el médico chino Ren Xiaoping se dedicó a realizar experimentos en ratones que, según Valery, demostrarían la eficacia de la operación que el neurocirujano italiano planea llevar a cabo: «Hay resultado en los experimentos con los ratones. Incluso hay videos en los que se puede comprobar que los ratones sobreviven un tiempo después de la operación. La investigación se centra en prolongar la vida de esos ratones, su calidad de vida y el proceso de regeneración».

Canavero aseguró que existe una sustancia llamada polietilenglicol que puede conectar la cabeza con las fibras nerviosas de la médula espinal para que el cerebro pueda transmitir las órdenes al cuerpo de forma natural. Además, indicó que la operación durará 36 horas, costará $10 millones de dólares y requerirá la presencia de 150 doctores de apoyo.