Como consecuencia de la invasión chilena suscitada el 14 de febrero de 1879 y de la posterior pérdida de su Litoral, Bolivia dejó de ser un país costero con limitaciones para su comunicación con el resto del mundo. Esta situación tiene implicancias negativas para su desarrollo económico y social. Además de perder una superficie territorial de aproximadamente 120.000 km2. , Bolivia fue privada de los recursos naturales existentes en aquel territorio y en la zona costera adyacente.
Durante la Guerra del Chaco (1932-1935) que enfrentó a Bolivia y Paraguay, Chile no permitió el tránsito de armas para el ejército de Bolivia, procediendo a retener dos grandes cargas de armamentos, por lo que Bolivia tuvo que desviar su importación por territorio peruano, con el consiguiente perjuicio en vidas, tiempo y dinero. En los años 1952 y 1953, autoridades judiciales de Antofagasta embargaron y suspendieron el embarque de mercadería que se encontraba depositada en la Agencia Aduanera de Bolivia en esa ciudad, en tránsito a distritos mineros ubicados en Bolivia.
GUANO Y SALITRE
El Litoral boliviano de Atacama era un territorio rico en depósitos de guano y salitre. El primero de estos recursos adquirió importante valor comercial a causa de sus grandes cualidades como fertilizante natural y el auge de su explotación duró aproximadamente hasta finales del siglo XIX, cuando fue sustituido por el salitre en el marco de la revolución industrial. A raíz de la anexión por parte de Chile de la costa boliviana y de los departamentos del sur peruano, ese país se convirtió rápidamente en el primer productor mundial de salitre, monopolizando su explotación y comercialización durante los siguientes cuarenta años. Esta situación permitió a Chil multiplicar sus ingresos y sentar las bases de su posterior desarrollo económico y consolidación política.
PLATA
En el Departamento Litoral de Bolivia se descubrió la mina de Caracoles, que atrajo la atención de una significativa cantidad de migrantes chilenos. A mediados del siglo XIX, las riquezas argentíferas de Caracoles eran aproximadamente un 30% superior a la producción de plata del Cerro Rico de Potosí en ese mismo periodo (entre 60.000 y 80.000 marcos de plata producidos en Caracoles). Ese auge continuó después de la invasión y benefició a Chile de manera directa por varias décadas.
COBRE
En el departamento boliviano del Litoral se conocía y explotaba el cobre en pequeña escala. A principios del siglo XX se descubrió en esa región, antiguamente boliviana, una de las reservas más importantes de cobre a nivel mundial. Chuquicamata (en las cercanías de Calama) es la mina a cielo abierto más grande del mundo. Su explotación se hizo masiva en ese siglo y continúa en la actualidad. Esta situación motivó al ex Presidente chileno Salvador Allende a afirmar que el cobre es “el sueldo de Chile”. En el siglo XX los ingresos por exportación de cobre han representado más de la mitad de todas las exportaciones de ese país y en la primera década del presente siglo las exportaciones de este mineral y sus derivados representaron entre el 50% y el 60% del total de las exportaciones chilenas. Basta citar que entre 1960 y 2000, en un periodo de 40 años, Chile ha recibido 218.000 millones de dólares (cifra no indexada a precios de hoy) por la exportación de este mineral (Meller, P., 2003, sobre datos de Codelco). En la década 2003-2013 recibió a su vez 346.216 millones de dólares (cifra no indexada a precios de hoy) (Banco Central de Chile, 2014). Esta realidad indica que a precios deL año 2012, Chile ha recibido mucho más de 900.000 millones de dólares por el cobre extraído de lo que fue territorio boliviano.
LITIO
Actualmente, Chile se beneficia de otro recurso natural, el litio, que se encuentra en lo que fue territorio boliviano y que es altamente demandado en el mercado internacional. Su demanda mundial ha mostrado un crecimiento promedio anual entre 7% y 8% en los años 2000 y su precio se incrementó de $US 1.760 por tonelada en 1999 a $US 6.000 en 2008. Chile es el primer productor de litio, en 2010 su producción representó el 43% del total mundial. Aunque Bolivia posee también este valioso recurso, no podrá beneficiarse de él de manera equivalente, porque la falta de un acceso soberano al mar encarecerá su comercialización internacional, disminuyendo su competitividad frente a otros países exportadores de este mineral.
RECURSOS MARINOS
Producto de la carencia de un acceso soberano al mar, Bolivia fue despojada de la riqueza ictiológica existente en su espacio marítimo, por lo que perdió la oportunidad de beneficiarse de la explotación de estos recursos.
NIVEL DE INGRESOS
La mayoría de los Estados Sin Litoral se encuentran entre los países más pobres de sus regiones, con algunas excepciones. En comparación, en 2010, los Estados costeros registraron un PIB per cápita promedio 66% mayor al de los Estados Sin Litoral.
COMERCIO EXTERIOR
La situación de mediterraneidad genera en los Estados Sin Litoral costos mayores en el movimiento de mercancías. Por un lado, deben afrontar costos directos para mover sus bienes a través de los países vecinos y, por otro, costos indirectos que emergen de la variabilidad en la cantidad de tiempo que se tarda en cruzar las fronteras del país y los requisitos burocráticos asociados. Los mayores costos de logística y transporte que enfrenta Bolivia como consecuencia de la privación de una salida soberana al mar encarecen su comercio exterior. Por tanto, según la publicación Doing Business del Banco Mundial (2012), las exportaciones bolivianas por contenedor son 55,7% más caras que las exportaciones de Chile y 60% más que las de Perú.
La carga boliviana transita principalmente por puertos chilenos, motivo por el cual, además de los costos aduaneros y los correspondientes a los trámites administrativos, necesarios para transportar su carga hacia mercados de ultramar, enfrenta otros costos adicionales como los gastos de alimentación y estadía de los transportistas. Ellos se ven en la necesidad de permanecer en el territorio del país de tránsito como consecuencia de la insuficiente infraestructura portuaria, falta de personal, demoras excesivas en los controles fronterizos lo que genera un costo de oportunidad significativo para las empresas de transporte internacional bolivianas, entre otros. Así, los excesivos controles y otros problemas de la aduana chilena en la frontera perjudican el libre tránsito de las exportaciones bolivianas. A nivel mundial, los costos de transporte del comercio de los Estados Sin Litoral son 15% más altos que aquellos de los Estados costeros. Bolivia tiene los costos de transporte más altos de América del Sur, con un 31% superior a la media continental.
ÍNDICE DE DESARROLLO HUMANO
Si bien es verdad que las dificultades de desarrollo humano, económico y social de Bolivia no son sólo consecuencia de su enclaustramiento forzado, es evidente que esa situación ha limitado significativamente sus potencialidades de desarrollo integral. De acuerdo con el Informe del Secretario General de Naciones Unidas en 2012, quince de los Estados Sin Litoral en desarrollo ocuparon los puestos más bajos de la clasificación del Índice de Desarrollo Humano (IDH). En este sentido, el Informe Nacional de IDH 2010, revela que revisando el periodo 1975 – 2007, Bolivia permaneció en la categoría de desarrollo humano medio durante más de tres décadas. En 1980, Bolivia registró un índice de 0.489 pasando a 0.675 en 2013. Este avance se explica especialmente por la tendencia del componente social es decir mejoras en salud y educación. Desde el año 2006 se observa un impulso ocasionado más bien por el componente económico (crecimiento del PIB). Sin embargo, si Bolivia tuviera mejores posibilidades de expandir su comercio exterior a través de una salida soberana al mar, su crecimiento económico sería mayor. A pesar de la tendencia creciente en desarrollo humano, Bolivia sigue manteniendo una distancia importante con los países de la región. A nivel sudamericano, en 2009 ocupaba el último lugar después de Ecuador y Paraguay. En 2012 ocupó el puesto 27 de 33 países a nivel regional.