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El fiscal general del Estado, Ramiro Guerrero, advirtió el jueves que no le temblará la mano para echar a los malos funcionarios del Ministerio Público, al informar que 398 fiscales fueron cesados y sancionados desde 2012 por faltas disciplinarias y por actos de corrupción.
«Hay fiscales de materia y fiscales departamentales que están en la cárcel, ahí no hemos tenido ninguna situación de protección o de encubrimiento; si existe gente implicada en hechos de corrupción, de extorsión o cobro de dinero a los litigantes, víctimas de un delito, ahí no nos temblará la mano para sancionar», dijo en una audiencia pública de rendición de cuentas de la gestión 2016.
En los últimos cinco años, detalló Guerrero que 299 fiscales recibieron sanciones económicas y 99 fueron destituidos por procesos disciplinarios encarados por la Dirección de Régimen Disciplinario.
Esos son los resultados de la política institucional de probidad y transparencia, y «desde el Ministerio Público queremos revolucionar la Justicia para atender a nuestra sociedad, a nuestro pueblo que pide y clama una revolución de la Justicia», enfatizó.