LAURA VIDAURRE/ BOLINFO/ TARIJA
(elPeriódico febrero 13-2017) Restaurantes y puestos de comida que no tienen parqueos para sus clientes operan libremente en la avenida Víctor Paz, además que invaden las aceras, especialmente los sábados y domingo siendo una clara prueba que las autoridades, tanto policiales como municipales no están realizando su trabajo regular en los fines de semana.
El Código Nacional de Tránsito en el capítulo VI del estacionamiento y paradas, en su artículo 46, prohíbe estacionar, parar o detener el vehículo en lugares no autorizados por la Policía.
Los conductores en Tarija, incumplen generalmente las normas y éstas pasan desapercibidas los fines de semana. Al disminuirse los controles por las instituciones encargadas, las principales avenidas se convierten en tierra de nadie. Un paso por la avenida Víctor Paz es suficiente para evidenciar que no hay un control en cuanto a estacionamientos.
La violación a las normas inicia desde el puente San Martín; donde los clientes de las tradicionales vendedoras de pastelitos, estacionan sus autos sobre la avenida, donde existen los letreros que prohíben el parqueo en el lugar.
Esta situación genera que una o dos de las vías de dicha avenida sean ocupadas por vehículos mal estacionados, dejando poco lugar para transitar.
Los restaurantes que se ubican sobre la avenida Víctor Paz, al no tener estacionamientos, provocan que sus clientes opten por dejar sus vehículos al frente de las aceras del carril, llegando hasta mitad de la vía. Esta situación puede verse a escasos metros del edificio del Comando Departamental de la Policía.
Otros de los infractores comunes de fin de semana son las concesionarias de vehículos, que aprovechando la falta de control en esos días, sacan los automotores a las veredas o incluso a la vía, como ocurre con las que están ubicadas en la avenida Víctor Paz a la altura de la terminal Agustín Morales.
Una situación similar ocurre en la avenida Delio Echazu, donde están los restaurantes de venta de pescado. Estas irregularidades causan incomodidad a los conductores que quieran ingresar al barrio Juan XXI, quienes deben hacer maniobras para pasar por medio de las calles donde hay autos estacionados tanto a la izquierda como a la derecha de la vía.
Invasión de aceras
La invasión de aceras y de lugares públicos, es otro de los comunes denominadores en el fin de semana, esta situación se evidencia especialmente en la avenida Circunvalación, donde las comercializadoras de materiales de construcción exhiben sus productos en todo la vereda, interfiriendo con el libre tránsito de los peatones.
Pero donde el caos se concentra el fin de semana en Tarija es en la zona del Mercado Campesino, con calles y avenidas ocupadas por los vendedores ambulantes, siendo pocas las alternativas de los conductores para escapar de los congestionamientos.
¿Y los policiales y guardias municipales?
Por fuentes extraoficiales, pudo conocerse que la mayoría de los funcionarios de la Secretaría de Movilidad Urbana de la Alcaldía sólo trabaja hasta el mediodía del sábado, en cuanto a los efectivos policiales de la Dirección de Tránsito, éstos realizan turnos con la disminución de uniformados.
El director de Tránsito, Sadid Ávila, respondió que su unidad sí trabaja los fines de semana, haciendo controles especialmente en las áreas dispersas de Tarija, donde generalmente realizan ferias durante esos días.
En cuanto a los estacionamientos sobre las aceras de la avenida Víctor Paz, Ávila dijo que frecuentemente dan multas a los propietarios, pero que esta acción no es suficiente pues las respuestas de los infractores es que igual seguirán en el lugar. “Ya pagué una multa y me quedaré ahí un tiempo más”, es una de las respuestas que les dan a los policías.
Al ser consultado si están coordinado con la Alcaldía para realizar estos controles, Ávila respondió afirmativamente, pero aclaró que este trabajo es efectuado de lunes a viernes, no así los fines de semana, porque los funcionarios de la institución municipal no apoyan en esos días.
¿Qué opina sobre la falta de controles los fines de semana?
1Claudia Pacheco
Pienso que la labor de ordenar y mantener el tráfico es diaria, no podemos permitir que el desorden y el caos llegue a una ciudad inteligente como la llaman, porque precisamente es ahí donde debería estar el desarrollo de la ciudad.
Los centros públicos como la plazuela Sucre, plaza principal Luis de Fuentes y tantos más se convierten en discotecas móviles por los autos mal estacionados, no existe control de ninguna autoridad, una solución es hacer esfuerzos y sobre todo, velar porque el orden se vuelva un factor positivo en la población.
2Gabriel Corvera:
Pues ver a un efectivo policial haciendo controles los fines de semana te da esa rara sensación, generalmente los pocos operativos que hacen son conocidos como las famosas batidas y ya sabemos en que concluye. Sólo verás a los efectivos policiales en cumplimiento de su deber vial en épocas altas, cabe decir en fechas aledañas a las festividades como año nuevo o carnaval. En cuanto a los efectivos de la Alcaldía, la gente de esa área hay que reconocerle el trabajo fuera de horario, porque nadie labura gratis y los funcionarios sólo cumplen las 8 horas diarias y las 5 días semanales.
3 Nataniel Condori Solano
El mayor control de las normas de tránsito los fines de semana compete a la Policía, ahora que si la Alcaldía tiene alguna competencia, debiera coordinar para que tengan la efectividad que se busca.
Ahora que si no se visibiliza los controles respectivos los fines de semana, el reclamo debiera ser para la Policía Boliviana, puesto que sus efectivos son los responsables de patrullar las principales calles y avenidas de la ciudad.
4 Fabiana Araoz
Los fines de semana debería ser cuando más rigurosos sean los controles de tránsito, ya que las personas tienden a salir de junte con los amigos y es allí, cuando bajo las influencias de las bebidas alcohólicas producen muchos accidentes e incluso muertes por tal irresponsabilidad. En cuanto a los vehículos mal estacionados, si es notable los fines de semana, como no hay controles, a la gente no le importa cumplir con las normas, incluso no obedece ni a los semáforos.