Mercedes Bluske y Jesús Vargas Villena
(Febrero 13/2017) La tensión generada a raíz de las diferentes posturas respecto a la construcción de la presa en el Rincón de la Vitoria, terminó paralizando el estudio Técnico Económico Socio Ambiental (TESA) de éste proyecto, que forma parte de las 133 obras prioritarias anunciadas por la Gobernación.
La falta de un estudio oficial que muestre los pros y contras de intervenir la zona, fomenta la incertidumbre de los comunarios, quienes reclaman que si bien la toma de agua que se encuentra en su región abastece a la ciudad de Tarija, ellos sufren de la falta de este líquido.
Este proyecto obtuvo la categoría 1 por parte del Ministerio de Medio Ambiente. Esta categoría establece ciertos parámetros a través de los que autoriza la realización de un estudio que permita analizar la factibilidad de la obra en la zona.
Según explicó el secretario departamental de Recursos Naturales y Medio Ambiente, Pablo Avilés Pérez, representantes de diferentes instituciones involucradas en el tema medioambiental, como el Servicio Nacional de Áreas Protegidas (Sernap), la fundación Protección del Medio Ambiente (Prometa), la fundación Naturaleza Tierra y Vida (Nativa) y la Universidad Católica Boliviana (UCB), se reunieron para analizar los problemas que afrontaría la región en caso de ser viable la obra.
“Ellos decían en la última reunión que tienen estudios de la zona. En base a esos estudios podíamos arrancar, pero hemos visto que nadie tenía un documento”, argumentó Avilés.
El único estudio existente, es una tesis elaborada por una estudiante de Ingeniería Ambiental, con colaboración de la mancomunidad hace cuatro o cinco años. Por eso para Avilés, ése es sólo un requisito universitario, que no tiene la profundidad necesaria para ser usado como referencia en una obra de semejante envergadura.
“No hay más estudios que se hayan hecho en el Rincón de la Vitoria”, aseguró.
Pese a que diferentes instituciones, como la Universidad Católica Boliviana se pronunciaron en contra de la construcción de una presa, ninguna presentó un estudio oficial que explique los porqués, argumenta Avilés.
“No tenemos balance hídrico, no sabemos cuánto de agua aporta o no aporta, no sólo se trata del hecho de decir si hacemos la represa, o no”.
Actualmente, la Asociación Accidental La Victoria, a la cabeza del ingeniero Daniel Trigo, se adjudicó la realización del estudio TESA en el Rincón de La Vitoria; sin embargo, se encuentra paralizado a causa de los conflictos sociales.
Por esta razón, la Secretaría de Medio Ambiente, tras reunirse el pasado domingo 5 de febrero con los comunarios, decidió formar una comisión socializadora que dará a conocer la información recabada por la ingeniera que realizó su tesis en la zona, entre otros datos.
En caso de no llegar a un acuerdo con los diferentes actores sociales hasta mediados de marzo, las autoridades rescindirán el contrato con la empresa adjudicada.
“De ninguna manera les vamos a imponer la presa, más bien, lo que queremos es hacer un estudio para saber si es factible o no. Vamos a tener un estudio de la cuenca esa, que nos va a decir en el futuro qué podemos hacer como tarijeños”.
Pese a los esfuerzos, la concreción del estudio aún es una incógnita, y depende de la aceptación de los comunarios. Lo que sí es una realidad, es que los vecinos del Rincón de la Vitoria no tienen agua, siendo que ellos alimentan a todo el municipio de Cercado.
Según explicó el secretario de Medio Ambiente, el proyecto en cuestión consta de 3 componentes. Uno para abastecer de agua a Tarija, otro para abastecer al Rincón de la Vitoria y otro para riego de aproximadamente 150 hectáreas.
Respecto al tema, el director de la fundación Prometa, Rodrigo Ayala Bluske, tiene una visión diferente del proyecto. “Intervenir y construir una represa en la zona de La Vitoria es un error técnico y ambiental por varias razones. Se trata de una cuenca muy pequeña e intervenirla tendría grandes consecuencias en su ciclo natural”.
Según explicó Ayala, el Rincón de la Vitoria abastece de agua a la ciudad desde hace aproximadamente 90 años, con una cantidad y calidad suficientemente buena. Una intervención significaría disminuir la calidad del agua, ya que pasaría de recibir agua corriente, a obtener agua estancada de una presa.
Por otra parte, “al interrumpirse el ciclo natural no sólo disminuiría la cantidad de agua destinada para la ciudad, sino también la de los pozos que ayuda a recargar”.
De esta forma, una intervención incierta, puede tener resultados contrarios a los que buscan obtener.
A su vez, la vida útil de una presa es de 20 o 30 años, mientras que la toma ya lleva 90 años abasteciendo a la población y, según el experto, puede seguir proveyendo a la ciudad de Tarija por 90 años más, si es que se la conserva y cuida como se debe.
“Querer construir una presa en la zona de La Vitoria, es como querer cortar una arteria que le provee de sangre a nuestro corazón y que está funcionando bien”, concluyó Ayala.
Pese a estas observaciones, el secretario de Medio Ambiente, Pablo Avilés, quien es ingeniero civil de profesión, refiere que el microclima no se vería afectado, porque el 10% de la inversión debe ser destinado a reforestación.
“Somos los que estamos cuidando el medio ambiente, no vamos a destruirlo. No podemos hacer un proyecto a la fuerza.”
“La gente al oponerse en La Vitoria, se están perdiendo la oportunidad de que se haga un estudio. No se les va a imponer que se haga la represa, pero que dejen hacer el estudio”, concluyó por su parte.