Redacción Central / Bolinfo
(elPeriódico, febrero 6/2017) El verano llegó a Tarija, y con ello la gente busca alternativas para refrescarse ante las altas temperaturas, que llegan hasta los 35 grados. Entre las opciones más tradicionales que se tienen en el departamento está el consumo de los raspadillos, Sin embargo, al ser este un producto de consumo masivo, está sujeto a la inspección de funcionarios que verifican la correcta manipulación de los ingredientes.
El intendente de la ciudad de Tarija, Nelson Llanos, informó que para que los vendedores de raspadillos realicen una actividad amparada en la legalidad, se deben afiliar a la Federación de Gremiales, para obtener su numeración, además de contar con un sindicato del sector. En la misma categoría se tiene a los vendedores de jugos de naranja y tamarindo, entre otros.
Los comerciantes de estos productos reciben un permiso para que puedan circular y expender sus raspadillos; de todas maneras, los controles que realizan los funcionarios de la Indentencia son constantes, para verificar que las personas manipulen con higiene el hielo, las esencias, frutas y otros elementos que puedan utilizar.
“Algunos carritos de estas personas han cumplido su vida útil, revisamos eso y también que vendan en vasos descartables, que sus materiales no estén oxidados, ver también el estado de las conservadoras, que pueden contener moho, y el manejo del bloque de hielo, que es la materia prima en el raspadillo”, dijo Llanos.
El intendente sostuvo que cuando se comprueba que hay un elemento en mal estado, se lo decomisa de inmediato, en especial se tiene mucho cuidado con las esencias, que es lo primero que tiende a caducar. “Les pedimos que nos remitan sus facturas o indiquen de dónde lo han adquirido y cuándo, para hacer seguimiento a las fechas de caducidad”.
Asimismo, señaló que las tiendas expendedoras de hielo elegidas por los vendedores de raspadillo son Fahitar y San Roque. Llanos aclaró que estas empresas cumplen con los parámetros necesarios para el tratamiento y venta de los hielos, no obstante, los microorganismos que pueden adquirir se originan en la mala manipulación de algunos vendedores de raspadillos o refrescos.
El funcionario también señaló otro producto muy conocido en el verano chapaco: los combinados, que, como son como su nombre lo indica, es una combinación de helado de leche con saborizantes de frutilla, chirimoya o menta.
“También tenemos en el mercado central los combinados, que las señoras preparan en esta época de verano. Se les hace la visita correspondiente, se revisa todo el lugar, el origen de sus productos y cómo los sirven. Esto para controlar la manipulación, contaminación y fecha de vencimiento”, manifestó Llanos.
Un comerciante consultado expresó que su venta de raspadillos varía según el día y el clima, o el lugar donde pare con su carro, pero se animó a estimar que en un día bueno puede vender hasta unos 60 vasitos, que vienen en tres presentaciones: de 1,50, tres y cinco bolivianos.
No tienen registro sanitario
Por su parte, la directora del Servicio Nacional de Sanidad Agropecuaria e Inocuidad Alimentaria (Senasag), Fátima Pacheco, aclaró que esta instancia no otorga los registros de sanidad a los vendedores de raspadillos, ya que la institución verifica y controla a los vendedores de productos preenvasados.
“De acuerdo con los productos que va a sacar en una empresa se hace la inspección al lugar, para ver que se dé cumplimiento a nuestros requisitos. Se hace un levantamiento del producto, se manda al laboratorio y recién se le puede dar el registro sanitario”, detalló
Por último, se debe aclarar que se entiende por registro sanitario al aval emitido por el Senasag a las empresas que cumplen con los requisitos sanitarios para la fabricación, almacenamiento, fraccionamiento y transporte de alimentos y bebidas de consumo humano.
La obtención del Registro Sanitario faculta a la empresa o persona titular del registro a producir, fraccionar, envasar, importar, distribuir y comercializar el producto en el mercado para el que se otorgó el registro.