En los últimos quince años las obras municipales se ejecutaron en los barrios de la ciudad de Tarija, atendiendo sus requerimientos menores como ser algunas calles empedradas o asfaltadas, plazas, mini coliseos, etc., las obras de impacto y que de verdad transforman se dejaron de lado aunque no se puede desconocer que se construyeron escuelas, postas de salud, estaciones policiales y mercados. Lo cierto es que las más importantes de las mencionadas comenzaron a encararse recién en los últimos cinco años y varias todavía no se terminan, la lógica fue distribuir el presupuesto entre la cantidad de barrios y eso definía su asignación de recursos por año, los que muchas veces no eran suficientes para atender emprendimientos de mayor envergadura.
La nueva administración plantea trabajar más bajo el concepto de ciudad, es decir, no mirar con tanto detalle los barrios sino más bien pensar en la urbe en su conjunto, siempre y cuando se tenga un plan concreto y se determine la priorizacion de lo que se precisa es posible que este cambio rinda buenos frutos, sin duda la atención de los servicios básicos es primero, la dotación de agua potable es fundamental y la atención de temas como el de la nueva planta de tratamiento de aguas residuales no pueden quedar en el tintero porque están íntimamente relacionados a esa prioridad, además de ser una competencia municipal y una urgencia de salud para la población.
Se intenta aprender de otras experiencias en diversas materias, no nos parece mal, no hay nada que inventar, de alguna manera se debe comenzar a atender los problemas crecientes en la ciudad y si es recurriendo a asesores externos hay que hacerlo, sólo esperamos que los resultados lleguen pronto y no se queden en recomendaciones o estrategias sólo para el papel.