Raúl Pino-Ichazo Terrazas
(Abogado, posgrado en Interculturalidad y Educación Superior, Doctor Honoris Causa, autor del libro “ADIOS A LAS DROGAS”, segunda edición, Sagacom La Paz)
La adicción en sus distintas formas que se presenta es una enfermedad, cuyo sustrato es el aislamiento social y definitivamente se puede curar con el interrelacionamiento y vínculos auténticos con las personas; siendo superlativa la importancia del prójimo.
En los Estados Unidos, mueren anualmente 70.000 personas por sobredosis de heroína y otros opiáceos de prescripción médica. El terror de las sociedades a la heroína recoge su origen en su alta mortalidad y a que, como otros opiáceos, genera adicción más rápido que el resto de los sicotrópicos. Elevados índices con registro estadístico indican que cualquier persona que la pruebe se arriesga a desarrollar adicción.
Existen experimentos científicos por los cuales se aísla a un animal con solo dosis de agua con cocaína; este animal en su soledad incrementa su dosis de agua con cocaína y los animales que vivían en colectividad apenas probaban el agua con cocaína; lo que infiere con certeza una interrogante a las teorías de la adicción que la atribuyen solo a una dependencia química.
Se ha comprobado que si la adicción solo se estructurara en un componente químico, los parches de nicotina habrían obtenido los resultados esperados como método para dejar de fumar. Fundamentalmente deben tenerse en cuenta las experiencias traumáticas y entresijos de trauma de la infancia y la adolescencia y comprobar la ausencia de vínculos sociales, es decir, alternar regularmente y con sentido de afinidad de objetivos de vida con otra gente.
La soledad no elegida y el aislamiento por diversos complejos o frustraciones pueden generar una vida de interrelacionamiento sin significado, sin profundidad, sin afinidades ni objetivos comunes con el prójimo; impidiendo el surgimiento de la resiliencia en la persona, que significa la capacidad intelectual, física o material de superar desgracias, desastres o catástrofes.
Lo precitado puede suceder en la vida en pareja cuando no existe admiración mutua por lo que hace el uno y el otro que conflagra una relación sin sentido, mecánica; situación que cualquiera de los cónyuges no puede soportar sin el consumo de drogas, alcohol y tabaco, además de adicción sexual para evadirse, es decir, huir de su propia prisión mental.
Corolario: La adicción es sus distintas formas es una enfermedad cuya causa es el aislamiento y su efecto el consumo, y se cura con auténticos vínculos sociales con las personas y que ostente la característica del dialogo activo, de afinidades, proyectos, alegrías y tristezas comunes; excluyendo taxativamente la compasión.