IGOR GUZMÁN/BOLINFO/TARIJA
///
(elPeriódico-enero21/2017)
Una joven pareja de la comunidad de Carachimayo fue aprehendida este viernes en la madrugada acusada por la muerte de su hija, Lisbeth, de dos años y cuatro meses, además del maltrato de otra menor de 12 años.
El informe preliminar emitido por el subcomandante departamental de la Policía, Alfonso Mendoza, refiere que los autores del crimen son el padre y la madre de la niña, quienes intentaron engañar a la Policía, asegurándoles que fueron ladrones que ingresaron a su casa y se llevaron a la niña.
“Llaman a la Policía indicándole que sujetos desconocidos ingresaron a su casa en la tarde, y que la niña habría quedado encerrada bajo llave y cuando retornaron, no hallaron ni a la bebé, ni sus cosas”.
Al hacer una revisión al inmueble, los policías se percataron que no hubo forcejeo ni en puertas ni en ventanas, tampoco hubo rastro alguno del robo al interior del inmueble.
El fiscal departamental Gilbert Muñoz, indicó que los probables autores son Luciana C. de 28 años y Casimiro S. F. de 22, quienes entraron en contradicciones en sus declaraciones, por lo que al final, terminaron confesando el crimen.
“Alteraron la realidad de los hechos, lo que quiere decir que existe corresponsabilidad en el caso”, dijo.
La agredieron hasta matarla
Los acusados agredieron brutalmente con patadas, puñetes e incluso usaron un palo contra la menor, quien murió a causa de estas agresiones. Tan dura fue la paliza a la bebé que le llegaron a reventar el hígado.
El mismo accionar hicieron con su hermana de doce años, a quien el médico forense le encontró marcas de flagelación con cable eléctrico en el abdomen y la espalda.
En la autopsia, las autoridades determinaron que la causa de muerte fue un shock hipovolémico por estallido de hígado. La data de la muerte es de 12 a 8 horas, siendo el deceso antes de la una de madrugada de este viernes.
En la revisión del cuerpo del bebé, también encontraron lesiones pasadas.
Intentaron deshacerse del cuerpo
Cuando la niña muere, los asesinos levantaron el cuerpo y lo metieron en una bolsa amarilla. Después, lanzaron el pequeño cuerpo a cien metros de su domicilio, en una quebrada cubierta de matorrales y trozos de basura, cerca al río.
Los investigadores desconocen qué motivó a que los padres de familia agredan con tanta violencia a sus hijas, hasta llegar a matar a una de ellas.