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La novísima empresa de limpieza urbana «La Paz Limpia» se hallaba el viernes, en el umbral de 2017 y a 4 semnas de contratada, en el ojo de la tormenta que parecía salpicar al alcalde Luis Revilla cuestionado por la ministro anticorrupción, Leny Valdivia, de no transparentar su fichaje, en momentos que circula con efusión en las impunes redes sociales una versión que identifica a sus jóvenes accionistas, mientras un asambleísta departamental denunciaba de «negociado» su contratación.
En el tramo inicial de su labor, La Paz Limpia ya se ha hecho merecedora a 3 multas por parte de su contratante, la Alcaldía, la primera por 46.000 bolivianos, equivalente a su capital de arranque, la segunda de 6.000 bolivianos y, la tercera, de 7.000 del mimo signo.
El clima adverso que envuelve a la ya cuestionada contratación de La Paz Limpia sumaba la información de tapa, hace un par de semanas, del diario La Razón, que reveló el monto, calificado de irrisorio, de capital fundacional de la empresa, de 45.000 bolivianos (unos 6.500 dólares) para afrontar el recojo de los desperdicios de una población cercana al millón de habitantes.
Los cuestionamientos partieron, apenas La Paz Limpia se puso en escena, a fines de noviembre último, con volquetas y hasta camionetas de uso doméstico, lo que pareció rimar con el amontonamiento de basura en las calles y avenidas de la cuidad sede del gobierno de Bolivia.
También, por la caída de 3 empleados, entre ellos una mujer de 36 años, del lomo una de las volquetas repletas de despojos asignadas al recojo de basura, lo que la llevó a la mesa de operaciones con serias lesiones en la columna.
La Paz Limpia, que parece consubstanciada con la empresa Trebol a cargo de la limpieza de la ciudad de El Alto, más poblada y extendida en una planicie, por vía de una asociación accidental, reemplazó en el servicio de recojo de basura de La Paz a la experimentada Sabenpe, de capitales venezolanos, que trabajó en La Paz durante una década sin mayores cuestionamientos.
En principio, el alcalde Revilla pidió otorgar a La Paz Limpia el beneficio de la duda y tomarla en cuenta recién desde febrero, cuando firme el contrato y se encuentre en pleno estado de forma.
La aparición de La Paz Limpia coincidió con una crisis de abastecimiento de agua principalmente en La Paz y, de refilón, en El Alto.
Revilla debió aplicar multas a La Paz Limpia mientras el descontento en la población de La Paz se incubaba por las falencias en el recojo de desperdicios.
El burgomaestre de La Paz ha calificado de políticos los pedidos de Valdivia y demandado a los periodistas informarse debidamente antes de cuestionar a la empresa de limpieza que amenaza con enturbiar incluso su segunda administración quinquenal.
Según la agencia Erbol, Revilla decidió conformar una comisión para analizar una posible ruptura del contrato que tiene el municipio con La Paz Limpia.
Erbol citó al director municipal de Empresas y Servicios, Martín Fabri, que indicó que esa determinación se asumió «debido a deficiencias» que ha presentado La Paz Limpia en el horario de recojo y la seguridad a sus empleados.
Desde principios de esta semana, la última de 2016, por vía de las redes sociales, devenidas en palestra política, circula una versión que dio cuenta que los accionistas de la cuestionada empresa de aseo urbano se inscriben en un reglón etáreo de 30 años y poco más.
El asambleísta departamental de La Paz, Gustavo Torrico, afirmó que el contrato de la empresa La Paz Limpia y la comuna paceña raya en «un negociado».
«Es un negociado del señor Alcalde, no lo puede negar (…) un negociado que se le está cayendo, porque no está cambiando La Paz para nada», remarcó este viernes en un contacto con los periodistas.
De acuerdo con la versión de Facebook, La Paz Limpia cobrará, en 14 años de contrato, 3.000 millones de bolivianos.
Mientras la ministro Valdivia pedía a Revilla que entregue la documentación de la contratación, que cuajará en febrero que viene que, según el Alcalde, goza de una boleta de garantía por 16 millones de bolivianos, Torrico deploró la carencia de medidas y garantías de seguridad laboral, prescritas en la legislación laboral vigente.
La Paz Limpia «una empresa que se pretende construir con la plata de los paceños», acusó Torrico.
«Es de lógica suponer que 45.000 bolivianos de fondos de capital para hacerse de un programa de recojo de basura y un contrato de 3.000 millones, entonces se ha visto claro que lo que están esperando es el primer desembolso para hacer los créditos necesarios y construir una empresa con nuestra plata», sustentó.
En tanto la asamblea general de trabajadores de La Paz Limpia determinó declarar estado de emergencia por falta de seguridad laboral para los obreros, informó el dirigente Santos Apaza.
«Con tantos accidentes que está pasando, ya tenemos tres compañeras accidentadas, una de ellas tiene fracturada la columna vertebral, la verdad que no hay seguridad con esta volqueta que trabajamos día tras día porque corremos el riesgo, por eso es que declaramos el estado de emergencia por los compañeros trabajadores y eso se determinó en asamblea», informó en declaraciones a la ABI.
Bajo el provocador rótulo de Conozca «a los «cagaleches» (infantes) dueños de La Paz Limpia», la versión de Facebook, que tornaba hacerse viral en las redes sociales, dio cuenta que Hugo Marcelo Careaga Aníbarro; Diego Pardo Valle Calderón; Hugo Marcelo Shuab Calderón e Ivan Manuel Tamayo Salguero son los principales accionistas de La Paz Limpia.