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Es evidente que hubieron muchos capítulos en esta historia que hoy termina o comienza, dependiendo desde donde la vemos, nos referimos a la alianza entre Adrián Oliva y Camino al Cambio (CC) de Mario Cossio, que junto a otros personajes del espectro político formaron Unidad Departamental Autonomista, la sigla que llevó a Oliva a la Gobernación. Desde el inicio surgieron los roces en particular con Luis Pedraza que al parecer esperaba ser incluido en el gabinete de la nueva autoridad, no sucedió así y desde ese momento Pedraza se convirtió en un permanente detractor de la gestión aunque muy lejano a la oposición marcada por el Movimiento al Socialismo (MAS). También en reiteradas oportunidades hicieron eco de esos cuestionamientos Mauricio Lea Plaza y María Lourdes Vaca, la relación fue de tumbo en tumbo hasta que terminó por romperse este 16 de diciembre, una fecha peculiar pues se recuerda un año más de la suspensión del ex gobernador Mario Cossío.

Más que las causas que provocaron este desenlace, queremos analizar cuáles serán los posibles efectos de este nuevo escenario. Casi no queda duda que CC está lejos del MAS así que no se puede asimilar que una su voz de oposición a la de este partido político, aunque si planteará un escenario más duro que los 16 asambleístas masistas, es decir, 3 legisladores de Camino al Cambio pueden desportillar más que los otros, no porque se dude de la capacidad de aquellos sino por la experiencia y formación de éstos. El enfoque más político y técnico de los CC hace ver que el gobernador tendrá un camino difícil de recorrer porque se encontrará con argumentos más sólidos y difíciles de refutar, además que se sitúa a esta agrupación al otro extremo de la mesa en relación al MAS por lo que a Oliva no le será fácil contrarrestar sus observaciones utilizando la estrategia, muy efectiva por cierto, que usa contra los masistas, más bien corre el riesgo de que los CC lo muestren cercano al MAS lo que, si surte efecto, puede ser complicado para el gobernador que es apoyado mayoritariamente por presentarse como contrario al partido en función de gobierno. Perder la confianza de ese electorado anti MAS podría ser muy peligroso si miramos su futuro político.

Camino al Cambio corre el riesgo de desaparecer, ya está muy mermado y virtualmente no existe, pues se aleja de una fuente de poder que también poco le ha dado de beber en estos meses, es probable que Oliva trabaje en función de eso para quitarse una carga molesta que no puede subestimar, sobretodo haciendo notar posibles coincidencias en observaciones en la Asamblea, entre quienes hoy son su oposición a pesar de ser tan diferentes. Tampoco no se puede dejar de mirar que el gobernador puede aprovechar esta coyuntura para hacerle ver a la población que no anda por lo extremos, sino más bien por el medio, buscando el equilibrio suficiente y necesario para gobernar apostando más por la gestión que por la política. En fin, Oliva haría mal si no dimensiona el rol que seguramente CC jugará a partir de hoy y éstos se equivocarían si entran en la lógica de oponerse por oponerse por los desencuentros que llevaron la alianza a la situación actual.