BOLINFO/LORENA CALIZAYA
(el Periódico –noviembre 28/2016) La situación de calle es compleja para unos diez mil niñas, niños y adolescentes del país, quienes son víctimas de problemas sociales que los ha llevado a exponerse a situaciones de peligro y la escasa, a veces ninguna, ayuda que reciben es insuficiente para que puedan llevar una vida digna. En Tarija los niveles no son tan altos como en otras grandes ciudades de Bolivia sin embargo sigue habiendo niños que deambulan por las calles buscándose la vida.
Juan Pablo (nombre ficticio) es un niño de diez años de edad, que deambula por las calles del barrio La Loma de San Juan junto a su madre, que tiene problemas con el alcoholismo.
“Mi esposo me maltrata, me insulta y me viola, él siempre está borracho y de rabia también consumo alcohol para superar el daño que provoca”, es la versión que da la madre ante funcionarios de la Defensoría para tratar de justificar su accionar.
En la Defensoría, Juan Pablo relata que prefiere estar en la calle porque en su hogar es víctima de violencia constante porque ya que sus padres son alcohólicos. Con una expresión de agrado en su rostro, menciona que por tercera vez será enviado a un hogar infantil.
“Mis padres sólo me muestran cosas malas, me enseñan a beber y todo el día veo como mi papá golpea a mi mamá y a mis hermanos cuando está borracho. No quiero vivir así por eso es que me escapo de mi casa. La primera vez, me llevaron a un hogar donde me daban educación y se preocupaban por mí, pero al pasar el tiempo mi madre fue a buscarme y logró sacarme de ahí, ella estaba en recuperación de su adicción, aunque ahora volvió a recaer y ya lleva como veinte días sin dejar de tomar”, narra Juan Pablo, quien también lamenta que su hermana, de quince años de edad, es llevada por su madre para que le sirva de compañía en las borracheras.
“Intervenimos cuando nos remiten una orden judicial de la Defensoría de la Niñez, procedemos a la internación del niño en situación de calle, lo acogemos en alguno de nuestros centros, dependiendo el sexo y la edad, donde se les brinda toda la atención que ellos necesitan, esto cubre desde alimentación, educación, salud y también tenemos un equipo técnico que apoya a todos los niños que están en los hogares brindándoles una atención integral,” indicó Alejandra Marcili, encargada de Bienestar Social del Servicio Departamental de Gestión Social (Sedeges).
En la ciudad de Tarija existen, según Marcili, 17 niños registrados que están en situación de calle, los que son atendidos de manera individual, según el caso, para lo que “se maneja un protocolo.
“Al momento de la intervención hay que buscar una reintegración, y esto lo trabaja el equipo técnico, busca a la familia y tratan de identificar el problema en el hogar y de ahí recién se elabora un plan para ver si existe algún problema psicológico, rebeldía o disfuncionalidad”.
La trabajadora social Ruth Totola, funcionaria de la Defensoría de la Niñez y Adolescencia de la Alcaldía Municipal, explicó que realizan abordajes en lugares públicos donde pernoctan los niños en situación de calle, como plazas, calles y rotondas, donde hacen un primer contacto con las víctimas, a quienes se les trata de hacer que tomen confianza para que relaten su problemática.
Una vez que se conoce la situación de un niño, lo que procede es la restitución de derechos, como el de la reinserción escolar y el seguimiento, también con la salud y paralelamente, cuando no cuentan con documentación, se les tramita la misma. (eP)