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VÍCTOR BURGUETE/BOLINFO/TARIJA

(elPeriódico-noviembre 21/2016) El Guadalquivir se muere lentamente y los focos de contaminación se multiplican. Hace unos días la Contraloría General del Estado confirmó que la auditoría ambiental del río arrojaba niveles de toxicidad preocupantes. elPeriódico alertó en varias ocasiones de varios de los causantes, como las curtiembres o el Matadero Municipal sin que en principio se hayan conocido sanciones o medidas que pongan freno a esta situación. En esta ocasión este diario constató otro foco más de contaminación: Los residuos de la empresa avícola de Rico Pollo, emplazada en la comunidad de Rancho Norte.

Los vecinos de esta comunidad, perteneciente al municipio de San Lorenzo, hartos de este problema denunciaron la situación a este diario que se desplazó hasta la zona para corroborar la problemática que afecta a los comunarios de Rancho Norte en primera instancia, y a los habitantes de todo el departamento pues en última instancia los desechos van a parar al Guadalquivir contribuyendo de esta forma a que la salud de este afluente siga deteriorándose.

Al principio, la empresa vertía estos desechos a una quebrada tan solo unos metros de su fábrica avícola. Los comunarios protestaron por el olor, los insectos y la contaminación del agua que utilizaban para dar de beber a su ganado y para regar sus cultivos. La empresa entonces tomó la decisión de crear un canal subterráneo de alrededor de un kilómetro que va a parar a escasos metros del Guadalquivir.

Las emanaciones de residuos salen sin censar con un color entre rojizo y ocre. El olor nauseabundo es prácticamente insoportable y devela que esos residuos no son naturales. Los desechos descienden por una pequeña quebrada y llegan finalmente al Guadalquivir.

“Desde hace muchos años hemos ido peleando ante cada alcalde, ellos se han comprometido en clausurar ese matadero pero no lo han hecho, afecta esto al Rancho, a Borde Mollar… Caminamos nosotros, los animales, no es bueno para la salud, además la empresa se ha comprometido con la comunidad y el alcalde de antes de sacar esas aguas servidas lejos o hacer un tratamiento.  Antes lo sacaban ‘ahisito’ nomás a río Seco pero como la gente se ha molestado lo han puesto en cañería y lo han ido a tirar al río Guadalquivir”, lamenta un comunario que no quiere develar su nombre por miedo a represalias.

Otro de los comunarios, quien tampoco desea expresar su nombre, corrobora las palabras de su vecino.

Este matadero contamina el agua, se filtra a los canales va para los humanos, plantas y animales, está contaminando todo. Hasta el mismo aire se contamina para todo ser viviente.  Esto ya viene de años  pero antes habitábamos pocos ahora somos muchos, que se vayan dónde hay menos gente”, apunta al tiempo que asegura que las autoridades no hacen nada para evitar que se siga contaminando.

“Hay más enfermedad, especialmente los moscos que son atraídos por este olor. Estos ‘faieneadores’ deberían irse lejos del pueblo o de zonas pobladas y por eso estamos afectados”, resalta.

Paradójicamente, el día de la visita, los alumnos y los padres de alumnos de la unidad educativa de la comunidad se encuentran realizando una actividad de reciclaje en la que recorren la localidad de arriba abajo para recolectar la basura. Se trata de una tarea de concientización medioambiental, explican desde la escuela, para que los propios comentarios aprendan y valoren el respeto a la naturaleza.

El director de la Unidad Educativa, Jordán Chavez, al igual que los comunarios que hablaron con elPeriódico, asegura que la situación de contaminación de la empresa Rico Pollo no es nueva sino que data de un tiempo atrás.

“Desde hace mucho tiempo que los padres de familia siempre hacen este reclamo, incluso las autoridades hicieron solicitud para que levanten esto pero la Alcaldía no hizo ni suspender ni nada.  Aquí tenemos muchos estudiantes que vienen de esta zona, aquí recién se está poniendo un sistema de agua potable pero antes los que viven alrededor del río tienen que consumir este agua que está muy contaminada”, advierte el docente.

En este sentido, Chávez puntualiza que sus alumnos llegan en ocasiones con diarreas, dolores de estómago y de cabeza que atribuye a la mala calidad de las aguas de la zona.

“Es un problema que me gustaría que se pueda solucionar y estas aguas no  solo es esto, igual tenemos aguas servidas del municipio, de la Normal de Canasmoro, ahí salen todas las aguas al río que salen desde arriba del río y todos que vivimos de orillas del río sufrimos las enfermedades que provoca el consumo de esta agua contaminada”.

Respuesta de la Empresa

En primera instancia, elPeriódico trató de acceder a la fábrica avícola para constatar el funcionamiento sin embargo se denegó el ingreso. Posteriormente, el propietario de Rico Pollo, Julio Ulloa, accedió amablemente a explicar su versión en las oficinas de su empresa.

En primer lugar, Ulloa destaca que la empresa, tanto sus granjas como la fábrica peladora,  genera empleos y mano de obra que contribuyen a la economía de la zona y aseguró que cumplen con los registros sanitarios avalados por el Servicio Nacional Sanidad Agropecuaria (Senasag).

“Hay una normativa del reglamento avícola que dice que debe ser la única empresa que cumple con las normas por parte mía y buena gestión de las autoridades municipales de San Lorenzo, entre comillas, porque para mí la contaminación de las aguas de la población es el gran problema del río Guadalquivir”, indica y pone de ejemplo que existen otras empresas que contaminan y otras problemática como la extracción de áridos.

No obstante aseguró que cuentan con una planta de tratamiento de agua que está monitoreada trimestralmente por las descargas de aguas.

“Dice la ley que tienes que descargar aguas, tienes permiso del Ministerio del Medio Ambiente a ríos con cierto volumen de agua, con agua que tengan cierto límite para hacer descarga, sólidos solubles, grasas solubles, ph… de ahí que conseguimos un certificado de descargas que nos monitorean. Esto también se hace con control social, hemos estado años fuera de la norma pero desde hace 4 años ya tenemos todo en regla”, apunta Ulloa.

No obstante, el propietario reconoce que la empresa vierte esas emanaciones aunque se excusa con que las emanaciones pueden salir siempre y cuando estén bajo un control.

“Se autoriza esta descarga a afluentes de ríos, ¿qué hay que hacer un reajuste en la planta de tratamiento? Posiblemente es verdad. Hemos entrado a una certificación de producción más limpia para ver de qué grado es la contaminación que se puede causar”, señala.

Finalmente, elPeriódico le muestra el video de las emanaciones que vierte su empresa por lo que no puede negar la situación.

“Rico Pollo ha sido, es parte de este conglomerado o de esta agresión ambiental pero no lo somos todo. Estamos, obviamente que sí, pero ¿en qué porcentaje? La tijera debería ir por todos no por uno, o sea, hoy en día el tema comunal es bien complejo sin embargo hay el termino de que no por el Hecho de responsabilidad social nosotros vamos a contaminar y yo a cambio les voy a dar un camino o un tractor a la comunidad, o sea callarlos con eso. Para mí es más fácil decir agarro esta agua y la bombeo a San Lorenzo, pago mis impuestos y ciao. No me han dado solución, entonces la ley dice que tienes que adecuarte, hay que corregir sí.  Hemos pedido el tamaño de una planta de tratamiento que deberíamos implementar sale casi 160.000 dólares y en eso estamos evaluando”, indica Ulloa.

En relación a las declaraciones de los comunarios, el propietario de la empresa asegura que se magnifica la situación y argumenta que Rico Pollo “es el pato feo de la comunidad”.

“El pato feo del Rancho es Rico Pollo, pasa que es complicado el tema es un extremo entrar a esa contradicción. Normalmente en todos los mataderos toda el agua que se emana es agua que viene de la limpieza cuando se recoge el pollo y las plataformas de descarga el pollo se hace caca eso se lava y se va con el agua pero no es agua con sangre ni nada, tenemos inspecciones semanales”.

Por último, Ulloa manifiesta que el canal que construyeron para verter los residuos al Gudalquivir cuenta con el aval de la Alcaldía de San Lorenzo. “El Gobierno municipal ya nos convocó, nos dijo que lo haríamos más abajo bajo una normativa, no es a criterio personal o por buenitos que me han autorizado. Tendría que haber un monitoreo o fiscalización en el tema de los residuos que también emite pero estos residuos se trasladan al vertedero municipal lo único que se vierte es el agua. Ojalá que esto motive a todas las instituciones y a todos quienes ejercen un daño ambiental, algunos más o menos, deberíamos pensar en un parque industrial ya que somos muchas personas y hay mucho por hacer”, sentencia. (eP)

Aquí puede ver también el especial audiovisual del reportaje:

https://www.facebook.com/elperiodicodeBolivia/videos/1856097714619805/