Finalmente la provincia Gran Chaco del Departamento de Tarija aprobó por votación popular su estatuto autonómico dentro del marco de la denominada y controversial autonomía regional, figura muy discutida hace años atrás por estar dentro de la Departamental pero a la vez ser no ser igual esta.
El resultado era previsible, la victoria se podía anticipar aunque particularmente creímos que podía o debía ser mayor el porcentaje de aprobación, conocedores de la tendencia marcada en esta provincia desde hace mucho. Muchos vinculan las luchas por el 45% y otras demandas a este proceso que cierra una etapa fundamental pero abre otra más importante ya que ahora sí se tiene un texto legal sobre el que se deberá comenzar a construir esa autonomía regional más allá de los discursos rimbombantes. A pesar de las contradicciones planteadas desde la ciudad de Tarija sobre vacíos, no intencionales o tal vez si, que contiene este documento más allá del filtro de constitucionalidad por el que pasó. Incluso algunos de los impulsores del SI reconocieron no tener conocimiento pleno de lo escrito y peor aún, de sus alcances y consecuencias. Habrá que ver la consecuencias políticas de esta elección, ya que algunos consideran que podría darse una fe configuración de los espacios de poder en la a tres subgobernaciones sobretodo, que hoy por hoy, están en manos de líderes ligados al Presidente Evo Morales, aunque con combatientes actitudes de acuerdo a su conveniencia coyuntural.
Se debe ser muy cuidadoso en como se acopla esta autonomía a la Departamental, sin duda debe preocuparle al gobernador Adrián Oliva, cuyo papel ha sido importante impulsándolo en el entendido que debería servir para ahondar la unidad de Tarija y no más bien profundizar su división por intereses intestinos en distintas regiones.