Noticias El Periódico Tarija

ERBOL

La turba que violentó las celdas policiales para sacar a Elvis Cesar Alcázar Divico (21) acusado de violar hasta la muerte a una niña de cuatro años de edad, permitió que 21 personas detenidas escaparan, aprovechando el pánico en la población,  informó a Erbol la Fiscal Ana Dolly Quiroga.

Estas personas están siendo buscadas por la Policía de Reyes junto con el Ministerio Público, mientras se realizan las primeras investigaciones por la muerte de la menor y el linchamiento de Cesar Alcazar.

La fiscal explicó que en base a informes policiales, emitió cinco mandamientos de citación contra los cabecillas que fueron identificadas por la Policía, al momento que la gente se volcó contra las instalaciones policiales.

Quiroga aclaró que investiga no solamente el linchamiento, sino también la muerte de la menor aunque admitió que la única persona que pudo dar testimonio fue colgada y asesinada. Por ahora investiga el caso bajo cargos de instigación pública a delinquir, lesiones, graves y leves y asesinato.

De acuerdo a los primeros datos, la menor de 4 años estuvo junto a sus padres que llegaron desde Palos Blancos, cuando éstos asistieron al velorio de 8 días de la abuela. En un momento, la niña pidió ir al baño y la enviaron sola. No volvió y en media hora se dieron cuenta que había desaparecida.

La autoridad indicó que la menor fue llevada a un lote baldío donde se consumó la violación y posterior muerte de la niña.

La fiscalía también toma como base de su investigación los videos y fotografías que se difundieron en las redes sociales. La representante del Ministerio Público, informó que cuando tomó conocimiento del hecho viajó hasta la población de Reyes a objeto de abrir una investigación.

Sin embargo admitió que cuando llegó la turba enardecida ya tenía en su poder a Elvis Alcázar. La autoridad confirmó a radio Eco de Reyes de la red Erbol, que la persona fue sacada de las celdas policiales con excesiva violencia, donde los pocos policías que existían fueron golpeados y agredidos con martillos que fueron utilizados para violentar los candados y sacar al violador.

“Pasaron por delante y se lo llevaron a la plaza, donde no me dejaron entrar y me amenazaron”, manifestó a tiempo de explicar que en ese momento hubo pocos efectivos policiales. Los cadáveres del violador y la niña fueron transportados hasta la población de Pablos Blancos para su entierro correspondiente.

La ciudad de Reyes aún no logra salir del asombro por ambos hechos, más aún por la escenas que muestran la agresión de una turba enardecida e indignada que dio muerte a César Alcázar, un ex reo que estuvo detenido en la cárcel de San Pedro por otros casos de violación.