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(ABI).- El representante del Comité Permanente de Previsiones de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes (JIFE), el austriaco Bernard Leroy se dijo soreprendido el jueves, al cabo de su periplo por Bolivia, por los métodos para lidiar contra el narcotráfico y destruir los cultivos ilícitos en el país.

«Estoy sorprendido por las cosas que hace Bolivia en la lucha contra el narcotráfico y la destrucción de cultivos ilícitos (…) estoy impresionado por lo que he visto en mi primera visita a Bolivia, solamente le digo buena suerte por el nuevo modelo antidroga», dijo tras entrevistarse con un dirigente de los lugareños.

Leroy y otros personeros de la JIFE llegaron a Bolivia para evaluar y cotejar información referida al plan quinquenal de lucha integral antidroga 2016-2020.

Como en el Parque Nacional Madidi, la misión de Leroy, junto al ministro de Gobierno, Carlos Romero, el viceministro de Defensa Social y Sustancias Controladas, Felipe Cáceres, el comandante del Comando Estratégico Operacional (CEO), Gonzalo Rodríguez y el director general de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (FELCN), Santiago Delgadillo, sobrevoló el trópico de Cochabamba.

La comitiva llegó hasta el sector ‘Urkupiña’ del Parque Nacional Amboró, donde el campamento ‘Amarillo’ de la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC) erradicó 660 hectáreas de sembríos.

La misión es, según sus responsables, acabar hasta fin de año al menos 1000 hectáreas de coca ilegal.

En el lugar, Leroy escuchó informes del avance en la erradicación manual de la coca excedente-ilegal en esta región que en el pasado fue la mayor productora del arbusto en el país.

«Deseo el mayor de los éxitos al Gobierno y pueblo de Bolivia», afirmó el jefe de la misión de la JIFE en el marco de su visita oficial a Bolivia que finaliza el viernes.

Acotó que retorna a Viena, sede de la JIFE, con información necesaria de lo que pasa en Bolivia y que «permitirá ser un buen cimiento para la cooperación en un futuro».

Expresó que el interés de la misión fue saber la superficie total de coca en Bolivia y, de tal, cuántas están destinadas al uso ancestral y qué porcentaje va a las actividades ilícitas.

«En las manos del Gobierno está de evitar que la coca tradicional de destine al ilícito a través del control social de los productores», recomendó.

Comentó que elaborará un informe de evidencias e impresiones y las conclusiones objetivas, «sin embargo me reservo el derecho de comunicar a los 13 miembros de la JIFE».

A su retorno a Chimoré, se entrevistó con el control social de los productores de coca, quienes expresaron que los resultados logrados desde 2006 obedecen a la política de diálogo y concertación para racionalizar los cultivos ilegales y excedentes de coca que hay en Bolivia.

Eliseo Zeballos, dirigente de los Yungas del Chapare, le manifestó que, a diferencia de gobiernos del pasado, que emplearon la fuerza como método de lucha antinarcóticos, «causando luto y dolor en la familia boliviana», en la gestión del presidente Evo Morales la erradicación se ejecuta en paz, armonía y en estrecha relación entre militares, policías y la sociedad civil.