Noticias El Periódico Tarija

Tomar una postura respecto a la crisis de salud que atraviesa actualmente el sistema hospitalario de Tarija Cercado, pone a muchas personas y autoridades en una situación más que complicada.

Las huelgas de los trabajadores públicos del sector salud no pueden pasar inadvertidas por el gobierno central, la Gobernación o el municipio ni por la población, principalmente porque es esa población la que los sufre: cirugías suspendidas, falta de medicinas y así un largo etcétera que más pareciera tomado de uno de los círculos del infierno descritos por Dante.

Dentro de todas las limitaciones y sin sabores de los que siempre han adolecido el hospital público, la situación nunca llegó a los niveles tan altos sobre todo de mala atención, escasez y conflictos administrativos que se está viviendo en estas fechas.

Ni duda cabe que esta demostrado que el actual hospital público adolece de muchas deficiencias como son falta de medicamentos, materiales, insumos y equipos médicos, poco personal de salud, falta de médicos especialistas, pago insuficiente a los trabajadores, el deterioro que tiene toda la infraestructura etc. Pero también se debe reconocer que el sistema de salud público no garantizan una buena atención médica hospitalaria, las necesidades han sido señaladas por las personas que trabajan en dicha institución, pero las quejas que suman diariamente por los mismo usuarios, que son quienes -al final de cuentas- los que sufren en carne propia las carencias mismas del sistema, así como los desaciertos de la administración pública.

Ante la crisis que están atravesando el hospital San Juan de Dios, no hay que ser especialista para emitir un diagnóstico: «nuestro sistema de salud está enfermo», y al menos hoy por hoy, pareciera que nadie en el gobierno nacional, gobernación del Departamento o municipio de Cercado conoce la cura.