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Víctor Burguete

@Vburguete

Los símbolos de puntuación tienen su función a pesar de que haya quien los distribuya al tuntún a lo largo de los textos como si fuera un cuadro de pintura abstracto. Uno de los símbolos que más maltrato sufre es la coma (,).

La coma, recuerda la Fundación del Español Urgente (Fundeu), tiene varias funciones. La coma (,) suele indicar una pequeña pausa que se hace al hablar y que exige el sentido. De ahí que, para colocar las comas correctamente, convenga releer el escrito fijándose en esas pausas breves. Tales pausas suelen coincidir con el final de entidades gramaticales bien definidas, lo cual permite formular algunas reglas de validez general.

Se separan con coma los elementos de una serie de palabras o de grupos de palabras, incluso oraciones, de idéntica función gramatical, cuando no van unidas por conjunción como por ejemplo: “Los obreros, los empresarios, el Gobierno están de acuerdo en ello”, “Arregla la casa, lleva a los chicos al colegio, trabaja en una oficina, escribe novelas”.

También se separan con coma los vocativos: “Presidente, ¿qué opina de la situación económica? O los incisos que interrumpen o aclaran el curso de la oración: “Marta, la hermana de Juan, se ha casado”, “el partido, que fue vibrante, acabó en goleada”.

Existen otros usos de la coma en que ahondaremos en la siguiente columna por cuestiones de espacio. Sin embargo, me gustaría destacar una serie de errores comunes. En primer lugar, la coma no debe separar el sujeto del predicado y nunca debe ponerse como delante o detrás de la conjunción completiva “que” de no ser que haya un inciso: “Un tren, procedente de Oruro, chocó contra otro que estaba detenido en Uyuni”, “El entrenador dijo que, en caso de que no se recuperara Pepe, entraría Juan”.

La coma en los cargos también presenta dificultades para muchos redactores. La coma en los cargos se utiliza bien después del nombre, Evo Morales, presidente del Estado Plurinacional de Bolivia, o detrás del cargo siempre que sea único en su puesto: “El vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera, dijo que”. Sin embargo es incorrecto encerrar entre comas cargos en los que no solo hay una persona: “El asambleísta de UDA, Mauricio Lea Plaza, dijo”. En este último ejemplo estamos diciendo que solo hay un asambleísta de UDA cuando sabemos que hay varios. Lo correcto habría sido: “Mauricio Lea Plaza, asambleísta de UDA, dijo” o “el asambleísta de UDA Mauricio Lea Plaza dijo que”.