Noticias El Periódico Tarija

(ABI).- El canciller boliviano, David Choquehuanca, señaló el viernes en la ciudad de Santa Cruz, sede de la Reunión de alto Nivel sobre Transporte Sostenible de Países sin Litoral, que mientras existan «países de primera y segunda», los que no tienen acceso soberano al mar no podrá cumplir los objetivos de desarrollo trazados por Naciones Unidas (NNUU).

«Mientras existan países de primera y de segunda, los que tienen y los que no tienen mar, nuestros países, no podrán alcanzar esos objetivos que hemos diseñado y que nos hemos propuesto en Naciones Unidas, los objetivos de desarrollo sostenible», dijo durante la clausura del foro multilateral que congregó a representantes de 32 países mediterráneos de Africa, Asia, Europa y Sudamérica, que se realizó durante dos días en la ciudad boliviana de Santa Cruz.

En el encuentro, de jueves y viernes, la delegación boliviana planteó uniformar y universalizar las condiciones de paso hacia puertos para evitar tratos diferenciados.

El jefe de la diplomacia boliviana explicó que mientras existan diferencias entre los países con y sin acceso a los océanos, los segundos tendrán problemas de desarrollo sostenible.

«Naciones Unidas tiene una gran responsabilidad, si queremos ayudar a nuestros pueblos a alcanzar los objetivos, tenemos que superar de una u otra forma estas dificultades que enfrentamos los países que nos tenemos acceso al mar», subrayó.

Asimismo, convocó a los países sin litoral a «unirse» para hacer públicas sus necesidades por no tener acceso a los océanos, sobre todo para el transporte de su comercio ultramarino.

«No tenemos que pensar solamente en nosotros, hemos estado trabajando, por eso tenemos que trabajar la unidad, aislados no existimos, unidos nos vamos a hacer sentir, nos van a escuchar», manifestó.

En 1825, Bolivia nació a la vida independiente con una costa de 400 km sobre el océano Pacífico y un territorio de desembocadura de 120.000 km2.

En 2013, Bolivia sentó a Chile en la Corte Internacional de Justicia de La Haya, en busca de un «diálogo sincero» para resolver su secular enclaustramiento jurídico.