Marcela, era una joven estudiante de universidad que estaba por vacaciones de verano viviendo nuevamente en la casa de sus padres. Una noche decidió visitar a algunos amigos y por quedarse conversando se le hizo muy tarde y tuvo que caminar sola de regreso a su hogar. No tenía miedo porque vivía en una ciudad pequeña y su domicilio estaba muy cerca del lugar donde se encontraba.
Sin embargo, mientras caminaba, oró a Dios que la mantuviera libre de cualquier mal o peligro. Cuando llego a un callejón que le servía como atajo decidió tomarlo, pero cuando iba por la mitad, vio a un hombre que parecía estar esperando por ella. Marcela se puso muy nerviosa y empezó a rezar a Dios por protección. Al instante, un sentimiento de tranquilidad y seguridad la envolvió, y sintió como si alguien estuviera caminando con ella; cuando llego hasta donde estaba el hombre pasó enfrente de él, y no le sucedió nada.
Al día siguiente, Marcela leyó en el periódico que una muchacha había sido abusada en aquel mismo callejón, unos veinte minutos después de que ella pasara por allí. Sintiéndose muy mal por esa tragedia y pensando que pudo haberle sucedido a ella, comenzó a llorar dando gracias a Dios por haberla cuidado y le rogó para que ayudara a la otra joven, después, decidió ir a la estación de policía, pensando que podría reconocer al delincuente.
Cuando llegó, conto su historia a un policía y él le preguntó si estaba dispuesta a identificar al hombre que vio la noche anterior, ella accedió y sin dudarlo reconoció al hombre en cuestión. Cuando este supo que había sido identificado, se rindió y confesó.
El policía felicitó a Marcela por su valentía y le preguntó si había algo que pudieran hacer por ella; la muchacha solamente pidió que le preguntaran al hombre porque no la había atacado a ella cuando paso por el callejón.
El policía le hizo esa pregunta al hombre y él simplemente contestó: “Es que ella no estaba sola, habían dos hombres enormes caminando a su lado…”.
Lección: No debemos subestimar el poder de una oración en ningún momento.