AGENCIAS
(octubre 01/2016) El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva participó este viernes en un multitudinario acto de campaña para dar un último espaldarazo y evitar la debacle del alcalde de Sao Paulo, Fernando Haddad, a dos días de las elecciones municipales en las que, según las encuestas, perderá el cargo.
El Partido de los Trabajadores (PT) encara las elecciones como una prueba de fuego después de la destitución de la ahora expresidenta Dilma Rousseff, ocurrida hace un mes, y de los escándalos de corrupción que han sentado en el banquillo a varios de sus dirigentes, entre ellos al propio Lula.
Lula acompañó a Haddad en una caravana por el centro de Sao Paulo, la mayor ciudad de Brasil, llamada la «caminata de la remontada», una clara alusión a las encuestas adversas que predicen que Haddad ni siquiera logrará pasar a la segunda vuelta en los comicios y podría ser superado hasta por tres rivales.
En el acto, Lula y el candidato a la reelección estuvieron arropados por centenares de correligionarios, que corearon cánticos de apoyo al exmandatario y que buscaron darle la mano o fotografiarse junto al fundador del mayor partido de izquierdas de Brasil, que acaba de regresar a la oposición después de trece años en el poder.
El exmandatario no habló, pues según las leyes electorales a falta de dos días para los comicios los candidatos ya no pueden pronunciar discursos, aunque sí está permitido que hasta el sábado, en la víspera de la votación, recorran las calles y se encuentren con la militancia.
En Sao Paulo las encuestas más recientes sitúan como favoritos a João Doria, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), y a Celso Russomano, un expresentador de televisión afiliado al Partido Republicano Brasileño (PRB), una fuerza de centroderecha con estrechos vínculos con iglesias evangélicas.
No obstante, la disputa promete ser muy reñida y, con toda probabilidad, se tendrá que celebrar una segunda vuelta el próximo día 30 a la que concurrirán los dos candidatos más votados, en las grandes ciudades donde nadie supere el umbral del 50 % de los votos.