Noticias El Periódico Tarija

ING. DANIEL CENTENO SÁNCHEZ

Han pasado muchos años desde que YPFB, descubre en Bolivia, por primera vez gas y petróleo en la formación Huamampampa de edad Devónica, a una profundidad final de 4.022 metros, en la estructura de Bermejo. Importantes reservas que se consumen en parte en Bermejo y otra parte se vendió a la Argentina.

Posteriormente, en noviembre del año 1990, YPFB descubre a una profundidad de 4518,5 metros en la formación Huamampampa de edad Devónica, importantes reservas de gas y petróleo en la mega estructura de San Alberto.

Estudios geológicos de superficie y profundidad posteriores, permitieron configurar este mapa de Tarija, que muestra la cantidad de mega campos y estructuras potenciales geológicamente que existen en el departamento de Tarija, para contener importantes reservas de gas y petróleo en estratos sedimentarios del periodo Carbonífero como del Devónico. Esta potencialidad geológica podría repetirse en otros departamentos.

Hoy, después de 16 años de explotación de las megas estructuras: Bermejo, San Alberto, Sábalo, Margarita, parte del Huacaya, Caigua profundo y campos menores, se estima que se habrían producido unos 7 TCF (ventas al Brasil, Argentina, Mercado Interno y Consumo Propio). En estos megacampos mencionados todavía quedan importantes reservas de gas y petróleo por explotar en el orden de otros 7 TCF, cuyo total alcanzaría los 14 TCF.

Hemos analizado una pequeña parte de esa potencialidad hidrocarburifera de Tarija. Todavía quedan 15 megas estructuras por perforar en las cuales se estiman encontrar los restantes 86 TCF de gas, que se encontrarían en los bloques altos y bajos de las estructuras. (86 + 14 = 100 TCF).

En este análisis solamente se ha tenido en cuenta, las reservas de gas y petróleo de las formaciones: Huamampampa, Icla y Santa Rosa del Devónico y no así las formaciones del Carbonífero que también son productoras.

La información proporcionada sobre la exploración y explotación de hidrocarburos en el país por medios oficiales no es coherente. Por ejemplo se ha publicado la potencialidad hidrocarburífera que tendrían dos “nuevas estructuras”: Ipaguazú  y Boyuy. Estos dos pozos que se perforarán, serían pozos de desarrollo del megacampo Margarita, estudiado y descubierto por la empresa Maxus (1998).

Otra de las incoherencias es hablar de campos compartidos, en contra posición a lo que manda la Ley de Hidrocarburos y la Constitución Política del Estado.

El año 2004, YPFB contrato una empresa de “Prestigio Internacional” para que certificara las reservas: Probadas, Probables y Posibles del País. La empresa certifico 75 TCF. Esta cifra fue considerada por expresidentes de YPFB como falsa, que fueron infladas de manera oficiosa. A quien creemos? O es que las reservas de gas y petróleo se pueden manipular económica y políticamente?

Por eso decía, de que no existe coherencia en lo que se informa sobre las reservas de gas y petróleo del país. No nos queda más que confiar en la Madre Naturaleza, de que fue capaz de formar en el subsuelo tarijeño de manera particular y en el subsuelo boliviano de manera general las condiciones geológicas ideales para contener en sus reservorios, Carboníferos y Devónicos, importantes reservas de gas y petróleo que esperan ser descubiertas a través de la perforación exploratoria.