(ERBOL) Noemí, la hija de Marco Cámara propietario del club nocturno Katanas de La Paz, actualmente bajo aprehensión por delito de trata, tráfico de personas y organización criminal, reveló que fue obligada a trabajar como coordinadora desde sus 15 años. Actualmente tiene 25 y cree que lo pasa con su padre es una forma de hacer justicia con varias mujeres que pasaron por el club.
La hija se encargó de denunciar a su padre por el maltrato que veía hacia las mujeres. “Tengo varios sentimientos encontrados con mi persona, pero creo que al final se está haciendo justicia por todas mujeres que están siendo víctimas de estas personas dentro de este local Katanas”, declaró a Erbol.
“Desde que tengo mis 15 años fui obligada a trabajar por él. Entonces han sido un montón de circunstancias que he visto, yo he escuchado a muchas mujeres llorar, a muchas quejarse, querer salir de ahí. Sufrí un montón de abusos, siendo que es mi padre, yo sé que es mi papá. Realmente me duele pero yo no puedo ser cómplice en fomentar que se cometan ese tipo de ilícitos”, manifestó.
Explicó que en su función de coordinadora era la encargada de ver que los pedidos al bar estén listos y que la caja chica esté en orden, porque “la que se encargaba de las chicas ahí adentro era Sandra Cámara y Gustavo Fernández”.
Consultada sobre los motivos que la impulsaron a denunciar a su padre, relató que tiene un hermano cinco años menor que ella, pero que su padre (Marco Cámara) “estaba empezando a obligarlo a que lleve la misma vida. Yo decía: desde mi adolescencia metida en ese lugar (…) Mi madre y yo no podíamos permitir que lo mismo haga con mi hermano”, comentó en la entrevista.
Dijo que durante estos años vivieron junto a su madre, bajo amenaza y régimen del miedo que impartía el padre, pero consideró que en algún momento tuvo que armase de valor y denunciarlo y fue en febrero de este año que se profundizó el distanciamiento con su padre.
Informó haberse reunido con el ministro de Gobierno, Carlos Romero, quien le habría prometido esclarecer el caso, convocar a las embajadas a las que pertenecen algunas mujeres víctimas de trata, y proteger a las víctimas y testigos de este delito internacional.
La Fiscalía aprehendió el jueves al propietario Marco Cámara y al administrador del local, Gustavo Fernández, acusados por trata y tráfico de mujeres. El padre debía comparecer este viernes a una audiencia cautelar, pero en las últimas fue internado al Hospital Arco Iris de la ciudad de La Paz por una nueva descompensación.
El local fue cerrado definitivamente por la Alcaldía de La Paz y la Fiscaía de La Paz tiene abierta la investigación.