(INFOBAE/AFP/AP) La tregua iniciada en Siria a iniciativa de Moscú y Washington parecía respetarse, pese a violaciones menores y esporádicas, trascurridas las primeras horas de su entrada en vigor. Según informaron los corresponsales de la agencia AFP en el lugar, fue una noche de calma en los principales frentes de batalla. El acuerdo prevé un acceso humanitario sin trabas a las zonas sitiadas a través de la ruta de Castello.
En ambos lados de la dividida ciudad de Alepo la situación era de tranquilidad, sin cohetes lanzados desde el lado rebelde ni bombarderos aéreos por parte del régimen. El último tiro proveniente del sector rebelde fue oído a las 18:55 horario local, (15:55 GMT), cinco minutos antes del inicio del alto el fuego, señaló un corresponsal en el lado progubernamental.
Sin embargo, el ejército turco anunció este martes ataques contra dos objetivos dentro de Siria, después de que una ronda de mortero cayera dentro de su territorio la tarde anterior, unos minutos después de que entrase en vigor el cese el fuego.
Ankara determinó que la ronda de mortero había sido disparada desde territorio controlado por el gobierno de Siria, indicó en un comunicado el mayor general Ertugrulgazi Ozkurkcu. El proyectil estalló cerca de la frontera en la provincia sureña turca de Hatay, poco después de las siete de la tarde del lunes, hora local. La artillería turca respondió con seis rondas contra dos objetivos.
El ejército sirio también afirmó este martes que sus tropas derribaron dos aeronaves israelíes, un avión de combate y un dron, cerca de la zona que controla Israel en los Altos del Golán.
La paz es relativa en algunas regiones y aprovechando la tregua, los residentes permanecieron en las calles hasta medianoche para celebrar el primer día de Eid al Adha, la Fiesta del Sacrificio. En Damasco, la capital, la situación también era de calma.
«Esta noche he podido dormir», se regocijaba un militante de la ciudad rebelde de Salguin, en la provincia de Idleb. «A la gente le gustaría que la calma continuara durante las vacaciones» de Al Adha.
El régimen de Bashar Al Assad dio luz verde al acuerdo concluido el viernes por Estados Unidos y Rusia, y anunció la suspensión de sus operaciones militares «en el territorio durante siete días».
La oposición y la insurgencia, debilitadas sobre el terreno, no han dado aún su acuerdo formar a la tregua y han pedido «garantías» a su aliado estadounidense, mientras muestran su escepticismo sobre el éxito de este nuevo cese el fuego.
Al igual que en la precedente tregua a finales de febrero, que duró varias semanas, los grupos yihadistas Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) y Frente Fateh al Sham (ex Frente Al Nusra) que controlan vastas regiones del país, están excluidos.
El acuerdo ruso-estadounidense podría «ser la última oportunidad de salvar» Siria, declaró el secretario de Estado, John Kerry, pocas horas después de la entrada en vigor de la tregua.
Los militares rusos instalaron un punto de observación en la ruta de Castello, un eje vital de acceso a los barrios rebeldes de Alepo para controlar el cese de las hostilidades. Grupos similares de militares rusos serán desplegados en Al Mashraqa y en Hama.